El Consejo de Ministros aprobó ayer martes la Ley de Memoria Democrática con el objetivo de reparar a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. La norma quiere también limitar las manifestaciones franquistas y dar un nuevo significado al Valle de los Caídos.
La ley iguala la legislación española a la de otros países europeos con un pasado histórico similar. En este sentido, coloca a las víctimas en el centro de la acción política, destaca el valor de aquellas mujeres que sufrieron una represión «agravada por su condición de mujeres» y da importancia al movimiento memorialista.
La norma permite también disolver fundaciones franquistas, «condena y repudia» el golpe de Estado del 36 y la dictadura, y castiga con multas de hasta 140.000 euros la destrucción de fosas. Además, podrían exhumarse los restos de Primo de Rivera y convertir el Valle de los Caídos en un cementerio civil homenaje a los dos bandos de la guerra.