La vuelta a la normalidad y el paulatino aumento del consumo, que podría ser muy elevado a la salida de la crisis, ha hecho pensar a algunos expertos que el mercado de la vivienda podría estar cerca de una nueva burbuja inmobiliaria.
La venta de inmuebles ha crecido por encima del 70% respecto a hace un año y los precios podrían haberse incrementado en torno a un 5%. Estos incrementos se dan en una situación en la que los más jóvenes ya venían teniendo serios problemas para acceder a una vivienda, incluso en régimen de alquiler.
Algunos profesionales del sector creen que es importante estar alerta, pero que todavía se está lejos de poder hablar de ‘burbuja’. Por un lado, porque los bancos están siendo más cautos a la hora de conceder hipotecas. Por el otro, porque el incremento de precios no alcanza aún las dos cifras porcentuales, como sí pasó en anteriores crisis.