«Y sentir que no me falla la voz. De verano en verano tú y yo». Con estos versos de ‘Y volar’, arrancó la fiesta de La Pegatina en la noche del jueves 10 de agosto en el escenario de Poniente. Esos mismo versos sirve de carta de presentación de la banda, un grupo que, durante 20 años seguidos, ha hecho disfrutar a quienes les han escuchado y bailado hasta la extenuación en los directos. Los catalanes se encuentran ahora mismo en plena gira por este vigésimo aniversario, llevando a todos los puntos posibles del mapa su rumba y su ska. Con los misma emoción que el primer día esperaban en el backstage al comienzo de su actuación, mientras reflexionaban sobre la cultura, el catalán, el asturiano y veinte años de carrera que se les quedan cortos.
Una de sus paradas indispensables tenía que ser aquí, en Xixón. «Recuerdo la primera vez que vinimos a la Semana Grande, en 2014, y por aquel entonces por aquí no nos conocía nadie. En el resto de España si que teníamos más fans, pero aquí la cosa fue mucho más lenta», rememoraba el cantante principal de la banda, Adrià Salas, horas antes de la actuación. Él tenía claro que en este concierto «iban a poder apreciar la diferencia de público entre hace 9 años y ahora». Y así fue. En Poniente no cabía un alma más para verles tocar. Rubén Sierra, otro de los fundadores de la banda no sé quedó solo con la gran asistencia del concierto, le sorprendió muy positivamente el «ambientazo» que había visto estos días en la ciudad. Era la crónica de una fiesta anunciada.
Así miso sucedió: el público se volcó totalmente con la banda y el ritmo frenético que marcaron desde el principio con música, bailes, luces, humo y una trabajada escenografía, elementos que conforman la identidad juerguista del grupo. Cuando a los miembros se les pide echar la vista atrás sobre estos últimos 20 años, tienen una idea muy clara: «Se nos ha pasado muy rápido». Aunque hayan pasado volando tantos años en la industria les han permitido hacer muchas cosas, entre las que destacan, además de sus canciones, los cientos de viajes y lo mucho que han ido mejorando el show que ofrecen en directo.
Pese a que La Pegatina ha evolucionado durante estos últimos 20 años, siguen quedando cosas de aquellos jóvenes que crearon la banda y que a día de hoy siguen con ella. «Continúa la ilusión y las ganas de seguir descubriendo cosas nuevas» comenta Sierra. Por mucho que pasen los años, en este backstage donde conversamos mientras terminan de preparar todos los detalles técnicos de la noche, siguen respirándose los nervios antes de subir al escenario, los mismos que respiraban antes de su primer espectáculo. «Son sobre todo hasta que se resuelven las incógnitas. En el momento en el que vemos que todo va bien a nivel técnico y conocemos al público, nos dedicamos a disfrutar», aclara Salas.
Siendo todo unos veteranos del espectáculo musical, tanto Sierra como Salas saben que La Pegatina ha tenido influencia dentro del panorama nacional. «Cuando nosotros salimos, que era un momento en el que la rumba empezaba a resurgir, si es verdad que en Cataluña salieron muchos grupos detrás aprovechando la moda», recuerda Salas. También apunta que ellos fueron «de los primeros en tener un productor de directo» con el que preparan de antemano los conciertos creando un show compacto y no solo una sucesión de canciones. Tirar confeti o sacarse una foto con el público, dos prácticas cada vez más comunes en los conciertos, pueden haber empezado precisamente con esta banda catalana: «lo hacemos de hace muchísimos años, quizás haya servido de inspiración a otros grupos».
El grupo tiene en su discografía numerosas canciones en distintos idiomas: castellano, inglés, italiano…y también en su lengua regional, el catalán. La polémica surgida tras la oposición del grupo municipal de Vox a artistas que canten en asturiano también llegó a sus oídos y no dudaron en reivindicar el derecho de todas las personas a expresarse en su propia lengua antes de interpretar un tema en catalán: «La cultura debe de ser un lugar en el que la gente se exprese con el lenguaje que le sea más cómodo o le permita ser más sincero con aquello que quiere transmitir», opinan tanto Salas como Sierra, «se debe cuidar y dar más espacio a estas lenguas, son parte de la identidad de un lugar», sentencian.
Tras casi dos horas de espectáculo, La Pegatina puede considerar todo un éxito el concierto del jueves, que tuvo un colofón increíble con dos de las canciones más reconocidas de la banda, ‘Mari Carmen’ y ‘Lloverá y yo veré’, que pusieron la guinda a la fiesta y dejaron al público totalmente satisfecho y afónico de tanto cantar . Por el momento, no tiene planes de poner fin a esta aventura de 20 años y firmarían otros 20 años más y que Xixón pueda seguir vibrando todos esos próximos años con ellos. «Nos quedan ganas, creatividad e ilusiones. Mientras siga habiendo todo eso, seguirá habiendo ‘Pegatina'» confirmaba Sierra.