Como cada año la Semana Grande tiene varias citas con la música. Cada día de las fiestas se celebraron dos conciertos, el primero de las noches a las 21.00 en la Plaza Mayor y el segundo a las 23.00 horas en la explanada de Poniente. Doce conciertos para seis días en las que ambos recintos estuvieron a rebosar con un público entregado y animado.
La primera noche comenzó con el show de La La Love You y su sonido indie-electrónico. La banda madrileña congregó a los más jóvenes de la ciudad que celebraron el comienzo de la Semana Grande sin parar de bailar. Un público más maduro esperaba en la playa de Poniente el comienzo del concierto de Coque Malla. El ex-integrante de Los Ronaldos dio un recital combinando temas clásicos y sus últimas composiciones.
El martes de Semana Grande llegó el turno de Columpio Asesino, una banda pamplonesa con un sonido punk-rock difícil de clasificar. Sus letras gamberras fueron entonadas por los fans de la primera fila y sorprendieron a los que las escuchaban por primera vez. Les tomaron el relevo en Poniente los intergrantes de la banda tributo de Dire Straits, bROTHERS iN bAND, que recrearon sobre las tablas el concierto que la banda británica dio en 1992 en el Molinón. Más de dos horas de música que hicieron el deleite de los más nostálgicos y dieron la oportunidad de vivir aquel día a quienes no tuvieron la oportunidad.
Los conciertos de la semanona trajeron música para todos los públicos, incluso para los más pequeños. El miércoles 11 la banda Happening, presentó una actuación para toda la familia en el que recorrían la historia del rock. Los niños y niñas que acudieron a la Plaza Mayor no dejaron de bailar desde Chuck Berry hasta Los Ramones. A las 23.00 comenzó un concierto menos apto para los chiquillos, el reguetonero de Almería, RVFV, dió un show breve pero intenso sobre las tablas de Poniente.
Califato 3/4 abrió la noche del jueves con su folk andalusí sampleado con ritmos techno. La cojera de su maestro de ceremonias que subió al escenario con una muleta no impidió a los sevillanos dar un show enérgico y divertido en el que el público estuvo tan animado que no dudó en arremolinarse en un ‘pogo’ durante los temas más cañeros. También con un sonido peculiar, les siguieron en Poniente los Crystal Fighters, la única banda internacional que paso por la fiesta gijonesa.
El viernes 12 comenzó con el irreverente show del dúo Ladilla Rusa. Acompañados por una pantalla gigante en la que proyectaban escenas de la cultura pop y las divertidas imágenes de sus videoclips los catalanes dieron un concierto marcado por la sinvergonzonería que les caracteriza y que no dejó a nadie indiferente. Ningún sentimiento de vergüenza desprenden tampoco los integrantes de Los Berrones que reunieron a cientos de personas en Poniente. Los asturianos, felices de dar un concierto en casa y acompañados de la Banda de Música de Pravia, grabaron el show en directo junto a un público entregado.
El último artista en subirse al escenario de la Plaza Mayor fue el «violinista rebelde», Strad. Junto a otros cuatros músicos, el violinista de la escuela de Ara Milikian dio un impresionante concierto para todos los públicos. Finalmente llegó el turno del asturiano Rodrigo Cuevas. El agitador folclórico presentó «Barbián» una zarzuela del siglo XXI ante cientos de personas hipnotizadas por su voz y su carisma en la explanada de Poniente.