Fuentes internas del Partido Popular anticipan que el nuevo curso político arrancará con una «reinvención del sanchismo». Aprovechando el probable fin de la pandemia, la menor exposición mediática del presidente durante el verano y la llegada de las ayudas europeas, el PP casi tendría que hacer oposición a un nuevo Gobierno.
Hablan en el principal partido de la oposición de un «nuevo Sánchez» y reconocen, en privado eso sí, que la crisis de Afganistán ha reforzado la imagen del Gobierno. Por todo ello, los populares consideran reformular un poco su oposición para no ser vistos como «un partido cenizo y pesimista».
Parece ser fácil para el Gobierno desprestigiar a una oposición al acusarla de «falta de sentido de Estado» o de «crispar» el debate político. De ahí que en los últimos días el PP haya tenido algún gesto centrista al reconocer como un «acierto» que el Gobierno declarara como zonas catastróficas las áreas afectadas por los incendios.