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Las promesas del audiovisual asturiano se escriben en femenino

El Centro de Cultura Antiguo Instituto proyectó el trabajo de tres jóvenes asturianas que buscan hacerse un hueco en un mundo, el de detrás de las cámaras, para nada sencillo

Por Redacción 12grados

Entrar en el mundo profesional no es fácil: las condiciones son precarias, las horas de trabajo extensas y los resultados no siempre son los esperados. Así ocurre en la gran mayoría de campos, pero en el audiovisual los obstáculos se multiplican, pues requiere muchos medios, mucho tiempo e involucrar a muchas personas para sacar un proyecto adelante. Lo saben bien las tres jóvenes asturianas que presentaron sus proyectos en el Centro de Cultura Antiguo Instituto en un evento organizado por el Conseyu de la Mocedá apoyado por Corto Gijón, bajo el título ‘Hornada de cortos’. El evento quiere dar a conocer el futuro cinematográfico de Asturies y sus firmas femeninas. Daniela Cohen y Nuria Vizcaíno son directoras y Tesi Martínez, productora. Tras mostrar un par de trabajos cada una, bien recibidos por el público presente, entablaron una mesa redonda moderada por la Directora de la Academia de Cine de Asturias, Graciela Mier, a la que se sumó también la actriz Bea Canteli.

Las cineastas, durante la mesa redonda

Todas ellas conformaron una muestra representativa de la complejidades y características de cada una de las fases del trabajo audiovisual, desde el planteamiento de la idea hasta la difusión del producto final. Analizaron también cómo ha evolucionado la industria cinematográfica en los últimos años. También hubo lugar para reflexionar sobre su experiencia como mujeres en un sector que hasta hace muy poco estaba dominado exclusivamente por hombres. El sexismo en la industria se ve claramente reflejado en los productos que saca adelante, en el que los personajes femeninos y sus historias queda caricaturizados o sometidos al segundo plano. Así lo demuestra el clásico Test de Bedchel que analiza el sexismo en las películas utilizando tres preguntas: ¿Hay más de dos personajes femeninos con nombre propio?; ¿Hablan entre ellas?; ¿Sobre algo que no sean hombres?. Muy pocas películas a lo largo de la historia pasan este test, pero la introducción de más mujeres que se ponen detrás de las cámaras y que escriben guiones cinematográficos esta cambiando poco a poco nuestra cultura audiovisual. Los cortos que Cohen, Vinzaíno y Martínez presentaron el pasado viernes contribuyen a esta industria cambiantes desde Asturies.

‘Xanas’, es la obra presentada por Nuria Vizcaíno. Fue su primer proyecto «en serio» y habla sobre el ser mitológico que le da nombre en un escenario idílico como son los bosques asturianos. La calidad de la imagen, así como la belleza de sus planos iba a acompañada por una narración calmada que atrapaba al público en la historia, como si de un cuento se tratase. Mostró también otro trabajo, el videopoema ‘Ley sin Altura’, un producto audiovisual compuesto de imágenes abstractas de la playa y el mar que ilustran el poema de Patricia Suárez recitado en off.

Nuria Vizcaíno

Daniela Cohen enseñó dos de los videoclips que ha realizado para el cantante Sastre. Tanto en el primero, ‘No vuelvas (A rozarme los labios)’, como en el segundo, ‘Lorazepam’, en el que Sastre hace dueto con la también vocalista Luisa, Cohen quiso retratar la época de la cuarentena y el encierro que se produjo durante los peores momentos de la pandemia provocada por el coronavirus, con las consecuencias que tuvo para la salud mental.

Daniela Cohen

El rol de Tesi Martínez tanto en el cortometraje ‘Hadas’ como en el videoclip ‘Silence’, del grupo ‘Last Days of Eden’, fue el de productora. El videoclip le resultó más complicado de organizar, puesto que se trataba de un pequeño circo en el que había efectos especiales, sobre todo mucho fuego. En ‘Hadas’, un corto que quita la respiración y mantiene la tensión hasta el final, la producción fue más sencilla y la única adversidad era la de realizarlo con las medidas antiCovid vigentes durante el rodaje, que hacían de su trabajo algo más pesado por el tema del distanciamiento y la necesidad de mascarilla.

Tesi Martínez

Las tres cineastas comentaron los problemas financieros que supone llevar a cabo cualquier producción, por pequeña que sea, lo que les lleva a tener que tirar de creatividad y «buscarse un poco la vida» para rentabilizar cada recurso al máximo. «Siempre están dispuestos a ayudarte sin pedirte nada a cambio», destacó Vizacíno sobre la predisposición de sus paisanos y paisanas asturianes a involucrarse en un proyecto. Vizacíno ha trabajado en grandes ciudades como Madrid, en las que a pesar de haber muchas más personas y profesionales dedicados al audiovisual es difícil encontrar ayuda de forma desinteresada como lo hace aquí. «A la gente le pone muy feliz participar, lo ven incluso como un gran espectáculo», comenta Vizcaíno.


Bea Canteli y, a su derecha, Tesi Martínez

Cuando a la actriz Bea Canteli le dijeron que trajese al evento un trabajo suyo que hubiese sido dirigido por una mujer le resultó imposible. Después de ocho años trabajando delante de la cámara solo en dos ocasiones estuvo dirigida por una mujer. Por mucho que la historia esté empezando a cambiar, experiencia como las de Canteli muestran que aún hay muros y techos de cristal por reventar para que las mujeres tengan un hueco en el cine. Mientras Canteli siempre se encuentra con mujeres en los equipos de rodaje, estas suelen ocuparse de puestos como maquillaje, vestuario o peluquería, es decir, profesiones históricamente asociadas a los roles femeninos. «La mujer tiene una sensibilidad diferente a la hora de dirigir que da a los proyectos una luz especial», comenta Canteli con desánimo, pues echa de menos trabajar con más directoras. Tesi Martínez, Nuria Vizcaíno y Daniela Cohen son tres representantes asturianas que quieren cambiar el viejo cuento de que las mujeres tengan que demostrar el doble que los hombres para acreditar su valía como cineastas. Quieren más igualdad en el mundo audiovisual y, con sus proyectos y su talento, van subiendo peldaño a peldaño para superar esas barreras que algunos consideran ya tumbadas hace años, pero como afirman las protagonistas que las sufren, ahí siguen.