Aún no había comenzado y el Tsunami ya estaba rodeado de polémicas. La fotografía de una reunión de sus organizadores con el nuevo equipo de la concejalía de Festejos, integrada por los dos concejales de VOX que forman parte del pleno xixonés, desató la crítica a dos semana de que la música empezase a sonar en el Parque de los Hermanos Castro. En los días que precedieron a la publicación de esta imagen, la líder local de la ultraderecha, Sara Álvarez Rouco, anunció que no programarían a artistas que utilizasen el asturiano ya que a su parecer «actos ideológicos». Estas palabras recorrieron España entera y cientos de artistas de todo el país se sumaron a la publicación de cartas y la realización de actos «contra la censura». En este caldo de polémica llegó la citada foto que muchos artistas tomaron como «una ofensa». Al día siguiente el grupo de synth punk, La Élite, anunciaba que no actuarían en el Tsunami y las bandas Desakato y Mala Reputación, emitieron un comunicado denunciando la actitud del gobierno xixonés: «Dempués de planteanos nun tocar en Xixón, poles declaraciones que la conceyalía de festexos, xestionada pol partíu VOX, fizo escontra les manifestaciones ideolóxiques nos escenarios, queremos dicir que nun vamos permitir que consigan callanos».
Concierto de Mala Reputación
Tal y como prometían las bandas asturianas en sus comunicados, no estaban dispuestas a esconderse en un agujero, el clima político, si acaso, las había motivado a ser más reivindicativas que nunca. El 27 de julio bajo un sol cada vez más común en Asturies, el Tsunami abrió sus puertas. A lo largo de los tres días pasaron por el recinto más de 32.000 personas que cantaron, saltaron y levantaron puños (y peinetas) contra la censura. Los primeros en sacar el cartel en pro de la oficialidad del Asturianu fueron los integrantes de Mala Reputación. También lo hizo Desakato, tras un emotivo concierto pues será el último de su carrera en la ciudad de Xixón, tras anunciar la disolución de la banda que llegará este invierno. La banda de folck rock burgalesa, la M.O.D.A., se solidarizó con los asturianos dando un discurso en la lengua regional y en favor del respeto a la cultura de cada tierra.
El tema de la oficialidad no fue el único motivo de reivindicación en esta edición del festival. Uno de los integrantes de la banda Fé de Ratas lució una camiseta en solidaridad con las sindicalistas conocidas como «Las 6 de la Suiza», varia bandas reivindicaron su postura antifascista y la siempre revolucionaria banda de rap Sons of Aguirre & Scila, recordó a dos artistas que enfrentan las pena de la Ley Mordaza como Pablo Hasel y Valtònyc.
Desakato
Fé de Ratas
Sons of Aguirre
La M.O.D.A.
Más allá del espíritu reivindicativo que rondaba por el festival, pasaron por la ciudad asturiana bandas de todo el mundo, desde bandas asturianas como Viuda, Toundra y Misiva, veteranos de la escena punk-rock española como Ilegales, Lendakaris Muertos, The Blank Panther Pantys, Def Con Dos o El Drogas, jóvenes representantes de la música alternativa española como Sandré y Anabel Lee, bandas extranjeras como Dropkick Murphys que se dio un baño de masas, Not Fun At All, Frank Carter and The Rattlesnakes o The Hellacopters y hasta hubo lugar para el hip-hop de Bob Vylan.
Toundra
Not Fun at All
El Drogas
Def Con Dos
The Hellacopters
The Dropkick Murphys
Ilegales
Personal Trainer
You Me at Six
The Blank Panther Pantys
Bob Vylan
Pocas Mujeres
Reivindicaciones no faltaron, pero si hubo una ausencia notable en el Tsunami fueron las mujeres sobre el escenario. La únicas música de las que pudimos disfrutar fueron la cantante de Scowl, Kat Moss, la guitarrista de Personal Trainer, Franti Marešová, y la banda Viuda, integrada por Marta Candás, Eva Llavona, Sara Rego y Elisa Gómez. Una ausencia común en los festivales protagonizados por el punk y el rock. Sin embargo, si pudimos verlas disfrutando en la pista.
Scowl
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