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“El mundo va a peor”, suspira Alejandro Camargo. Guitarrista y compositor a tiempo parcial, escribe desde 2006 las letras de la banda xixonesa MyStereo. Se ha reunido con Adrián Muñiz, Sixto Santamaría, Alejandro Fernández y Bruno Suárez para presentar su último disco ‘Panic’, un estreno que se ha demorado 10 años. Camargo vive en Suiza y vuelve a casa por Navidad para reunirse con sus familias, la de sangre y la del rock que integran estas cinco bestias escénicas. ‘Panic’ comienza con un ataque de pánico de un músico que se horroriza ante el mundo que le rodea. El ascenso de la ultraderecha, la hipervigilancia de las cámaras de seguridad, el aumento de la violencia… todas estas tensiones de una sociedad que se dirige hacia el holocausto digital asustan al músico que encuentra consuelo en el rock .La mayoría de las letras de este disco fueron compuestas hace años, pero para Camargo “aún siguen vigentes porque el mundo va peor”.
Entre su anterior álbum, ‘Mystereo’, y ‘Panic’, han pasado diez años, varias mudanzas, cinco hijos y hasta una pandemia. “Vivir de la música es muy difícil”, coinciden estos cinco rockeros, que viven de otras profesiones para poder dedicarle a la música sus ratos libres. Pero, a pesar de todo el ruido y los tintes apocalípticos que ha cobrado el mundo en estos últimos años, separarse y dejar el grupo nunca fue una opción. “Seguiremos tocando hasta en la residencia de ancianos, ahí: ¡bam!¡bim!¡bam!”, bromea Adri, el vocalista, pero al verle moverse sobre el escenario como si hubiera nacido para estar allí arriba se descubre que la broma va muy en serio.
Adri baila con las manos, con los pies y hasta con los tirantes de su atuendo. Se abalanza sobre el micrófono con muecas histriónicas flanqueado por dos guitarristas serios y un Sixto al que no se le quita la sonrisa mientras rasga las cuerdas del bajo. El ritmo lo marca Alejandro Fernández a la batería. Ninguno sobresale por encima del otro, funcionan con la armonía de llevar dieciséis años tocando juntos. “Cuando componemos no hay un plan. Lo hacemos todos juntos en el ensayo”, relata Sixto. “No hay guion, no hay nada escrito. Es tocar y sentir música”, completa Fernández. Esta forma de trabajar explica porqué ‘Panic’ ha tardado tanto en llegar. Con Camargo fuera, tenían que esperar a los veranos y las navidades para avanzar en las grabaciones del disco. “En estos diez años le hemos puesto un poco los cuernos entre el resto y tocamos en formación de cuatro. Al final hay mucha gusa por tocar y, si surge, lo hacemos”, comenta Adri, pero para componer y grabar tenían que estar los cinco.
Y, por fin, en 2022, llegó ‘Panic’, un disco en el que, consideran, han conseguido un sonido más personal. “Queríamos que este disco se pareciera mucho a nuestro directo. Cuando tocábamos en un escenario siempre sonábamos más contundentes y esa contundencia es lo que buscábamos plasmar en el disco”, explica el vocalista. Quizás por eso mismo decidieron volver sobre canciones que ya tenían muchos años, como el tema ‘Digital Holocaust’, que nunca se habían sentido con la madurez suficiente para grabar. “Digamos que este disco es un poco las caras b de otros discos. De hecho, al principio pensamos en llamarlo descartes, ¿os acordáis?”, rememora el batería. Al tiempo que pasaban los años se fueron sumando nuevas canciones y, a las más antiguas, como la mencionada ‘Digital Holocaust’, hubo que meterle un smartphone de por medio y una referencia al desastre de Fukushima para actualizarla; pero el mensaje, ese rock rebelde y deslenguado, seguía siendo el mismo.
MyStereo siempre ha querido mantenerse fiel a sí mismo. Por eso nunca han cantado canciones en castellano, simplemente no les sale de otra manera. “Hay pocas bandas de rock en castellano que se muevan en el mismo espectro sonoro que nos movemos nosotros, así que tampoco teníamos muchos referentes”, reflexiona Camargo, al que sí le gustaría probar a escribir algo en asturiano, aunque esos temas nunca fueran a estar en un disco de la banda. La rebeldía es otro de sus mantras y por eso mismo, por no callarse lo que les apetecía contar, perdieron a su primer batería, un cura protestante alemán. Cuando Camargo se propuso crear un grupo de rock, allá por el 2004 junto a su primo, colgaron un cartel buscando integrantes y así aparecieron Sixto y el tal protestante. “(El cura) Nos reñía por decir muchos tacos en las canciones. Al final, el señor protestante se fue y llegó Alex. Mi primo abandonó la banda y llegó Adri, y al poco tiempo, Bruno. Así fue como se formó MyStereo”, relata el letrista.
En estos 16 años de música han cambiado muchas cosas. Aquellos tugurios en los que empezaron a tocar ya no existen. Salvando el Savoy y el Toma 3 y salas más nuevas como la Tizón, apenas quedan lugares donde empezar a darse a conocer en Xixón. Adri, Sixto, Bruno, Alex Camargo y Alex Fernández, se preguntan cuál puede haber sido la brecha que ha roto la relación de los jóvenes con el rock. Para Adri la música de hoy en día es cada vez “más homogénea. Escuchas una canción de los hits actuales, escuchas otra y la siguiente y todas suenan muy parecidas”. Para Camargo, a diferencia de otros géneros, el rock “tiene un mensaje y una actitud, un alma rebelde” algo que “a quienes mandan no les interesa”.
Haber mantenido la banda durante casi dos décadas no ha sido fácil, pero piensan que si hubieran tenido que empezar ahora habría sido aún más difícil. No solo es que falten bares y tugurios donde tocar por unos tragos es que, tal y como apunta el vocalista, la música no debería ser una actividad complementaria del consumo, un ruido al fondo del bar. Tendrían que existir lugares donde la gente va solo a tocar, escuchar y a sentir la música. Bruno se queda pensativo ante las palabras de Adri, la música no solo ha perdido su protagonismo en el ocio compartido, también en la soledad: “ahora es muy difícil que la música sea la única actividad, siempre la escuchas mientras haces algo. En nuestra época nos comprábamos un disco, nos tirábamos en la cama y nos poníamos con el libreto leer las letras durante horas. Eso ya se ha perdido”.
Tras reflexionar sobre la música, la sociedad y su propia trayectoria, los cinco se preparan para subirse al escenario de la sala Gong, en Oviedo. Es la primera vez que van a tocar las canciones de ‘Panic’ en directo. No hay nervios, pero sí muchas ganas de tocar y de hacerlo bien, de devolverles el amor a todos los que llevan diez años esperando por escucharlos y ganarse el corazón de los que lo hacen por primera vez. El setlist empieza con las guitarras de ‘Panic Attack’ a todo volumen, un viaje directo al apocalipsis. Apenas han ensayado dos veces este concierto, pero la maquinaria está bien engrasada y las cabezas del público se mueven de arriba a bajo siguiendo el ritmo. Un viaje a los nuevo de MyStereo con paradas en sus otros discos para recordar éxitos como ‘Pure Energy’ o la psicodélica ‘Polaris’. Todo sale bien y disfrutan sobre el escenario, tanto que Adri, en mitad de una canción baja a la pista para mezclarse entre el público y contemplar el espectáculo que están dando. No saben cuando volverán a juntarse los cinco así que hay que aprovechar las navidades, por eso repiten concierto apenas cinco días después en el Savoy. Ahora sí, en casa, rodeados de los suyos y firmando discos sin parar al terminar el show. El single, ‘Panic Attack’, acaba de ser nominado a los premios AMAS de la música asturiana. Aunque los tiempos cambien y el rock ya no sea el género más escuchado, MyStereo sigue pegando. De momento el plan de Adri funciona y quizás podrán seguir tocando por varias décadas hasta que la muerte les separe.