«Ni un paso a trás en nuestros derechos». «Ninguna agresión sin respuesta». «Fascismo y homofobia, al rincón de la historia». Alrededor de las 14.15 horas frente al IES La Laboral, justo cuando terminaba el horario lectivo, varios jóvenes gritaban estos cánticos con altavoces. Esta fue la respuesta del Sindicato de Estudiantes y la asociaciones ‘Libres y Combativas’ y XEGA al ataque homófobo que Mario Rodriguez sufrió en el instituto. Tres de sus compañeros aprovecharon un cambio de clase para entrar en el aula en el que Mario se encontraba y gritarle «maricón de mierda», para posteriormente escupir en el suelo. No era la primera vez que se metían con él por su orientación sexual pero esta vez la discriminación sí que fue denunciada ante la directiva. La primera resolución del equipo directivo fue la expulsión durante tres días del centro del trío de agresores. «La misma expulsión que cuando te pillan con el teléfono móvil», aquejaban ayer los presentes en la concentración. La medida fue revisada y finalmente se propuso una expulsión de doce días. Pero para los jóvenes que ayer se concentraron a las puertas del centro sigue sin ser suficiente y reclaman «decisiones más drásticas» a un problema que consideran de altísima gravedad para que ningún alumno vuelca a ver sus derechos vulnerados.
Mario Rodríguez, micrófono en mano, lidera la concentración
Mario Rodríguez es estudiante de segundo de bachiller y forma parte del sindicato de estudiantes y de ‘Libre y Combativas’. Ayer, micrófono en mano, lideró una concentración en la que recibió un gran apoyo y en la que se mostró decidido a que lo que le ha pasado a él no le vuelva a pasar a nadie. Una de las bases de la protesta residía en que los doce días de expulsión a los alumnos no eran suficientes, ya que, como Rodríguez opina, «el fascismo no se para con doce días de expulsión» y que se debería expulsar de forma definitiva a los estudiantes, a los que calificó de «energúmenos». Los manifestantes van más allá. Consideran que el problema tiene raíces muy hondas que solo pueden solucionarse con la educación por lo que reclaman a la Consejería una asignatura obligatoria de educación sexual inclusiva. Por último Rodriguez y sus compañeros piden a la directiva del instituto que emita un comunicado público condenado las agresiones. Por el momento, la directiva del IES La Laboral no se ha pronunciado al respecto.
Otra de las personas que ayer alzó la voz para luchar no únicamente por los derechos de Mario, sino por los de todos y todas las que hayan sufrido acoso ya sea de carácter homófobo, machista o ideológico dentro del centro fue Anahí López, portavoz de ‘Libres y Combativas’. La activista concuerda en que es estrictamente necesaria la expulsión de los tres jóvenes del centro, para que el resto de compañeros y compañeras no tengan que compartir clase de nuevo con los agresores. Puntualizó que «no es un caso aislado», y que se han dado más insultos homófobos, cánticos y gestos de carácter fascista así como comentarios despectivos tales como «rojos de mierda». Por ello, exige al IES La Laboral que se posicione como una institución que condene estos ataques y que sea un centro en el que los alumnos puedan acudir a clase sin miedo de ser discriminados.
Las banderas LGTBi, del sindicato y de ‘Libres y Combativas, ondeando ayer frente al centro
En el comunicado oficial que leyeron poco antes de concluir la protesta se pidió también la elaboración de un protocolo de actuación específico ante situaciones de LGTBifobia, algo que la Consejería apuntó hace poco que tienen pendiente actualizar antes de que termine el trimestre. Los manifestantes recordaron a todas las personas que estén sufriendo una situación de acoso a denunciarlo y les recordó que no están solos, y que tanto el sindicato como las organizaciones que ayer se presentaron saldrán a defenderles las veces que haga falta. Porque, ayer, si uno de los cánticos resonó con fuerza, fue el de «no tenemos miedo».