“Cuando tenía catorce años venían a buscarme para meterme en un taller de coches, pero dije que no me iba. ¿Por qué no me fui? Porque me gustaba el pastoreo”. Con estas palabras del pastor Antonio Fernández comienza el documental ‘Pastores de la niebla’ (2013) de Domingo Moreno que inauguró ayer la séptima edición del ciclo de Cine Científico en la Escuela de Comercio. Durante cuatro días, a las 19.00 de la tarde los gijoneses tienen una cita con la divulgación de la ciencia a través de la imagen gracias esta serie de proyecciones organizadas en conjunto por la Fundación Municipal de Cultura y Educación (FMCyE) y la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos (ASECIC).
Primera imágenes del documental durante su proyección
“Lo que nos mueve de esta iniciativa es que fomenta el interés por el conocimiento científico. Estas temáticas, que a veces tienen apariencia de ser muy difíciles de entender se vuelven sencillas y amenas en la mano de los profesionales como Domingo”, afirmó Aida María de Vicente, miembro de Asecic y experta en comunicación científica durante la presentación del ciclo en la que también estuvieron presentes Francisco García, presidente de Asecic; Natalia González, concejala de educación; Henar Díez, directora de programas de la FMCyE; y el director del documental Domingo Moreno, acompañado de la artista que está detrás del montaje, Luisa Latorre. Todos ellos se mostraron muy agradecidos y sorprendidos ante la respuesta del público xixonés que apenas había dejado algunas localidades libres.
Salón de actos de la Escuela de Comercio hasta los topes durante la proyección del documental
Amaneciendo sobre el mar de nubes rodeados de verdes prados, acompañados por el silencio del monte y el frescor matutino los pastores de los Picos de Europa se levantan para guiar su ganado a través de la majada de Belbín con el objetivo de crear un queso único, el Gamonéu del Puerto. Elaborado en las cabañas de los pastores y curado en el fondo de una cueva con las condiciones perfectas a la que solo ellos saben llegar, tiene un sabor especial que la modernidad amenaza con borrar de nuestro mapa gastronómico.
Detrás de esta imagen bucólica acechan peligros como los lobos que atacan impunemente al ganado, los días de niebla que durante semanas no deja amanecer o las estrechas cabañas sin apenas servicios. Pero el mayor reto que enfrentan los pastores de la niebla es la falta de un relevo generacional. Atraídos por las oportunidades de las ciudades los jóvenes abandonan el entorno rural y apenas quedan pastores de vocación como Antonio Fernández. El documental recorre las majadas junto a los pastores y guardianes de Picos se niegan a rendirse a la extinción y desarrollan iniciativas como “la escuela de pastores” para asegurar la continuación su labor.
“¿Por qué hay un documental sobre pastoreo en un ciclo de cine científico?”, preguntó una de las asistentes durante el coloquio que tuvo lugar al terminar la proyección. “El ciclo no solo pretende mostrar los avances de la ciencia, sino cómo la ciencia influye o puede influir en nuestra vida diaria”, replicó De Vicente. Ciencia es también el conocimiento milenario que atesoran los pastores de Picos, que conocen el terreno como nadie y durante siglos se han encargado de preservar su equilibrio natural. Y la ciencia también puede ser parte de la solución para el abandono del campo. Los paneles solares, por ejemplo, permiten que en las cabañas del monte tengan luz y agua caliente.
El director Domingo Moreno durante el coloquio
Con objetivo de modernizar la producción del Gamonéu se construyó una quesería industrial en la zona. “La elaboración del queso requiere que la quesería tenga una orientación concreta, sin embargo, no contaron con los pastores a la hora de diseñarla y colocaron mal el edificio”, relató Moreno durante el coloquio para ejemplificar los peligros de eludir el conocimiento de aquellos que han asegurado la pervivencia de esta tradición hasta nuestros días. Los testimonios de los pastores, testigos del abandono del campo asturiano, despertaron una prolífica conversación entre el público.
La problemática reintroducción del lobo en el Parque Nacional, la desaparición de las quemas controladas que ayudaban a evitar los incendios o las condiciones de vida de los pastores fueron algunos de los temas debatidos durante el coloquio que levantaron cuestiones tan interesantes como: “¿Por qué los hijos de los pastores marchan a la ciudad en busca de un trabajo precario cuyo salario no les permitirá comprar el queso producen sus padres?”
Durante los próximos días que dure este viaje cinematográfico que comenzó en Asturias y terminará el jueves 15 en la Antártida, los espectadores podrán seguir aprendiendo y haciéndose preguntas mucho más allá de los confines de la ciencia. Hoy se proyecta el documental ‘La mujer que soñaba con números’, mañana será turno de ‘¿El fin de una era? Una historia de los trabajadores petroleros’ y el jueves ‘Antártida: un mensaje de otro planeta’ cerrará el ciclo.