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¿Veganismo? Sí ¿Tauromaquia? También

El presidente de OTEA celebró el regreso de la tauromaquia al Bibio durante la gala de Gijón de Pinchos, la primera en 15 años a la que estuvieron invitados los establecimientos veganos..

Por Marta F. Silverio

Los establecimientos veganos de la ciudad participaron por primera y última vez en Gijón de Pinchos. El Puzzle, La Galla Tasca Vegana, Pasiones y Medrar Tierra.) prepararon con ilusión sus pinchos para el certamen que por primera vez no solo les invitaba a concursar, sino que reservaba una mención exclusiva para sus creaciones. Toda la ilusión se rompió durante la gala de entrega de premios y celebración de cierre del concurso. Un evento celebrado en la Hacienda de la Llorea con todo lujo de detalles y una gran representación del sector hostelero, instituciones y por supuesto, un buen plantel político con muchos de los nuevos concejales estrenándose en un acto público. El plato estaba servido para que la celebración fuera no solo una muestra de la gastronomía xixonesa, sino también, como pronto descubrirían los representantes de los bares de la ciudad, un escenario perfecto para que políticos y allegados siguiesen haciendo lo que mejor saben hacer: campaña política.

«Justo antes del acto en el que se iba a reconocer la participación de los cuatro locales veganos asistentes y la entrega de sus diplomas, el representante de OTEA decidió oportuno pedir un aplauso para la «valentía» de este nuevo gobierno, que había hecho que la tauromaquia volviese a nuestra ciudad«, relata Pablo Fernández, invitado a la gala y defensor de los derechos de los animales. El representante de OTEA era el presidente de la patronal hostelera, José Luis Álvarez Almeida, y como señala Fernández la indignación ante sus palabra se sintió por toda la sala. Personas veganas y no veganas lanzaron al aire un «¡No a los toros!». La gala consistió en una entrega de premios y diplomas, entre las que políticos y otras entidades realizaron sus discursos, todo ello dirigido por la presentadora del evento. «Yo solo era un invitado más y conocía el orden de cada entrega de premios», prosigue Fernández que no es capaz de explicar como se pudo permitir que un discurso taurino en una gala que presumía de inclusiva y más aún justo en el momento anterior al reconocimiento a los establecimientos veganos.

 

La organización de Gijón de Pinchos, Fenicia Marketing, se desvincula de las palabras del presidente de OTEA, aunque no han hecho ninguna declaración pública, ni durante ni después de la gala. Tal y como han relatado a este medio su intención era «dar más visibilidad al veganismo y que las personas veganas de Gijón también tuviesen opciones para ellos dentro del recorrido del certamen» y reciben con tristeza la decisión de los establecimientos veganos de no volver a participar. Tristeza que comparten también Ari, de El Puzzle, junto con la rabia y la decepción de «haber participado y dado visibilidad a un evento en el que terminó por celebrarse la tortura animal». «Nos insistieron muchísimo en que fuéramos a la gala», cuenta Ari, que estuvieron a punto de no acudir por incompetencias de agenda, pero terminaron por animarse ante las insistencias.

La Galla, restaurante vegano participante en Gijón de Pinchos

La Galla, restaurante vegano participante en Gijón de Pinchos

Cuando llegaron se encontraron con un pincheo de alta cocina en el que la única opción vegana era «unos trozos de pan con aceite». Sin embargo, aunque hubiesen agradecido algún plato vegano no les importó demasiado. «Estamos acostumbrados», comenta Pablo Fernández. Según han explicado desde la organización del evento, se trataba de un expositor de productos de patrocinadores del evento, no de un catering para los invitados, no había intención de excluir a nadie. Más allá de la anécdota, de un discurso desafortunado (o provocador, según quién lo mire) en el lugar incorrecto, la polémica revela una sociedad que aún no está preparada para acoger a todas las personas ni a distintas formas de vida. El Puzzle y La Galla, salieron a recoger su diploma con un malestar visible, sin haber llegado asimilar lo que acababan de escuchar. A Arantxa Barreiro, de la Galla, se le atropelló la lengua en mitad de la rabia y horas después se lamentaba en su Instagram de no haber aprovechado el momento pare reivindicar sus principios ante quienes no se cortaron de defender la tortura animal delante suyo. Pasiones Bar y Medrar Tierra no acudieron a la gala, pero en cuanto se enteraron de lo ocurrido se sumaron a la denuncia pública a través de las redes. La que iba a ser la edición más abierta de Gijón de Pinchos, terminó con mal sabor de boca.