Quienes proponen la eliminación de este impuesto (o justifican su amortiguación en la Comunidad de Madrid) aducen tres razones principales: 1. España es el único país que lo aplica en toda la Unión Europea; 2. El balance de su recaudación es negativo comparado con el efecto “espantada” que tiene sobre altos patrimonios susceptibles de generar puestos de trabajo y tributar por otras figuras de mayor impacto recaudatorio; 3. Es injusto, al gravar el líquido resultante de haber satisfecho el resto de impuestos y, con ello, penalizar el ahorro de forma continuada. 

> No es tanto la eliminación de esta figura lo que necesitamos, sino más bien su transformación en un impuesto de un solo cobro.

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¿Debería eliminarse el impuesto sobre el patrimonio?

A jarro de agua fría ha debido sentarle a la CEOE la reciente receta del Defensor del Pueblo, Francisco Miguel Fernández Marugán, para superar la crisis económica que se basa, fundamentalmente, en una subida de impuestos. La patronal había recurrido en febrero al Defensor pidiéndole que presentase un recurso de inconstitucionalidad contra la subida del tipo marginal del impuesto sobre el patrimonio, del 2,5 al 3,5%, incluida en los presupuestos generales del Estado para 2021 por considerarlo confiscatorio, injusto y que atenta contra la propiedad privada.

Los que no tenemos patrimonio suficiente como para que esto nos afecte, tenemos que saber que el impuesto sobre el patrimonio es un impue