En su obra póstuma *Capitalismo y democracia 1756-1848: Cómo comenzó este engaño*, el historiador de raíz marxista Josep Fontana dejó apuntado el principal problema de nuestro tiempo: el aumento constante de la desigualdad en Occidente y las políticas que favorecen el enriquecimiento de unos pocos. 

Quien conozca la obra de Fontana ya sabrá que es muy crítica con el liberalismo económico y que, precisamente por eso, culpa de todos los males al sistema capitalista, pero quedémonos con su análisis para apostar por un capitalismo más justo y menos salvaje, si ese fuera un deseo alcanzable, claro está.

Resulta evidente, y hasta ocioso, llegar a la conclusión de que las sociedades con mayor por

¿Hay alternativa al capitalismo en la sociedad actual?

Existe en el capitalismo una contradicción que a menudo se pasa por alto. En su continuada apropiación de conceptos, ha convertido a la libertad en uno de sus estandartes, que luce y proclama con orgullo, hasta el punto de establecerse una cuasi igualdad entre libertad y capital. Una libertad que identifica con la capacidad de disfrutar de infinidad de opciones, tantas que al ser humano le resulta imposible aproximarse siquiera a una milésima parte de lo disponible. Sin embargo, y aquí surge la contradicción, ese capitalismo de millones de opciones no permite la mayor de las libertades, que no es otra que la de tener la potestad de no escoger ninguna de esas posibilidades que propone. 

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