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El arte urbano condenado a ser efímero

En 2019 el Ayuntamiento de Xixón lanzó un proyecto de intervención artística para impulsar el arte contemporáneo, pero los artistas denuncian que el apoyo de las instituciones siempre se queda a medias: “ En todas las ciudades hay fachadas pintadas y está mucho más aceptado".

Por Redacción 12grados

Un diagrama tipo mandala en tonos azules y grises en el muro de Naval, un mural geométrico lleno de colores y formas en el transformador eléctrico en la rotonda de La Guía, dos pájaros entre un árbol de espinas en el muro del campo de fútbol de Ceares y el medio ambiente marino, aunque ahora parcheado por otras pintadas en la Punta Lequerica. Estos son los 4 murales que pertenecen a los xixoneses Sepul y Sak, el madrileño Peter Random y el leonés Dados respectivamente y que se enmarcan en el Plan de Intervención Artística en espacios públicos de Xixón. Plan de muralización promovido por el Ayuntamiento xixonés junto con la Fundación Municipal de Cultura y con la colaboración de la asociación cultural AsociARTE apoyado por el Conseyu de la Mocedá de Xixón con el objetivo de convertir espacios degradados en lugares artísticos en la ciudad. A mediados de noviembre el ayuntamiento viajó a Belfast para compartir con la red europea que fomenta el arte en espacios públicos este proyecto. Mientras las obras murales agonizan en Xixón.

Sak es uno de los artistas urbanos que intervino en uno de los murales seleccionados y también es miembro-fundador de AsociARTE junto con los principales grafiteros del principado de Asturies. Esta asociación surge de la necesidad de tener espacios donde pintar legalmente sin la excitabilidad de la clandestinidad y poder saciar la necesidad de expresar libremente su arte pintando murales, fachadas y cualquier rincón inutilizado de la ciudad. Considera que la mala imagen hacia los grafitis y grafiteros se debe a las pocas opciones que tienen de acceder a espacios dónde pintar legalmente. “Si no te dan la opción a pintar legalmente y crear algo bonito y estético en la ciudad tienes que pintar algo rápido y con nerviosismo no creas cosas bellas”, afirma.


Sak, artista urbano xixonés

Para el grafitero y tatuador la propuesta del ayuntamiento para participar en este plan de muralización fue como un encargo privado: “no es como lo que hacemos con AsociARTE”, asociación en la que según Sak se da libertad a pintar lo que se quiera, sin condiciones. En este caso tuvo que pasar un proceso de ideas y bocetos supervisados por el ayuntamiento a pesar de “estar acostumbrado a pintar lo que me da la gana” como él mismo dice. Con la misma contradicción se encontró Sfhir, el artista mural que este verano dejó plasmada una postal en el paseo del Muro también por encargo del consistorio. El fundamento del grafiti es la libertad y cuando una institución se interesa por este arte, por una parte contribuye a legitimarlo pero también lo machaca, porque impone sus criterios limitando las posibilidades del artista. A Sak le fue asiginado un muro situado en las inmediaciones de la rotonda de La Guía y se decantó por un discurso de colores y de formas en el que no hubiera controversia en el mensaje. La idea vino de la propia ubicación del muro, un lugar geométrico en el que el único colorido es el verde de los árboles. “Pensé que algo que destacaría serian las formas y el colorido”, dice Sak de su obra.


Intervención artística por Sak en la rotonda de La Guía

“En todas las ciudades hay fachadas pintadas y está mucho más aceptado”, para Sak no es normal que en una ciudad como Xixón no haya grandes intervenciones y murales. Para ello necesitan mucho más apoyo, facilidades y que las gestiones de permisos sean más dinámicas. “Aquí llevamos desde 2009 con estos proyectos y no acaban de arrancar” denuncia el artista al haber tenido que paralizar los proyectos de la asociación por falta de dinero. “¿Cómo puede ser que, en vez de poder vivir de ello, tengamos que invertir nosotros el dinero cuando vamos a regalar una obra a la ciudad?”, se indigna. Sak reivindica que los artistas son ellos y que muchas veces se les ponen pautas a seguir que vienen dadas por gente que no tiene esos conocimientos. “El ayuntamiento sí que intenta apoyarnos, pero no ponen todo de su parte” sentencia el artista.


Grafiti en el Muro Naval

Grafiti ‘El amor no tiene que doler’ en el muro del Campo de fútbol de Ceares

La conservación de los diferentes murales repartidos por la ciudad no es un plan que de momento se enmarque en el proyecto. Hoy la mayoría de las intervenciones están en mal estado o pisadas por otros grafitis. Sak considera primordial la conservación en este tipo de proyectos que intentan dar una buena imagen al arte urbano que en su mayoría de veces es categorizado como vandalismo. Para ello exige la necesidad de los creadores de acceder a medios económicos: “nosotros propusimos que si no los querían restaurar una vez dañados, les dábamos la opción de cambiarlos cada cierto tiempo lo único que necesitamos es el apoyo económico y el poder vivir de ello, no podemos estar un mes pintando porque necesitamos trabajar”. El hecho de que los grafitis tengan una vida corta ya sea por estar a la intemperie, por la humedad, por el salitre en las zonas cercanas a la mar o porque otra gente decida pintar encima es un hecho aceptado por los artistas urbanos e incluso Sak lo califica como parte de la gracia de este arte: “te lo estropean, entonces tienes una excusa de pintar encima, renovar y crear cosas nuevas”.


Grafiti parcheado por otro en la Punta Lequerica

Las generaciones venideras de Xixón son otro problema en el grafiti y la ciudad para Sak. “Los que vienen detrás tampoco quieren colaborar en esto”, se lamenta el artista que ronda la treitena y considera que la suya sí fue una generación empeñada en reivindicar esta forma de expresión artística creando trabajos bien hechos. Ahora observa con tristeza como surge una cultura diferente grafiti, más asociada a los actos de vandalismo que ha al arte, porque los jóvenes no tienen referencias en las que basarse. «Si solo ven vandal qué les va a motivar, pintarán lo que vean. Si ven cosas bonitas querrán hacerlas ellos también, pero si no lo fomentas vas a tener el mismo problema”, reflexiona. Aunque reconoce que él también tuvo una época de pintar en la clandestinidad y en cualquier lugar “llega un momento en el que quieres estar pintando tan tranquilo con tus amigos y hacer algo trabajado”. Con los ánimos decaídos este artista urbano y la gran mayoría de su gremio se sienten derrotados por las trabas con las que se encuentran para crear y acaban dejando en un segundo plano el grafiti. “Al final todos los que estamos en el grafiti acabamos tatuando porque es la salida más fácil para nosotros”, confiesa.

Este plan que fue planteado en 2019, aprobó el comienzo de la muralización de espacios en 2020 y tiene planes de que se alargue hasta 2023 y convertir en arte otros espacios de la ciudad. El pasado 18 de noviembre el Ayuntamiento de Xixón fue invitado por la Red Europea “Rooftops for Europe” (ECRN) para hablar sobre este proyecto de intervención artística en espacios públicos para facilitar intercambios culturales con artistas europeos. Así se pretende abrir la ciudad a nuevas redes culturales europeas, a que otras ciudades den su visión de Xixón en los espacios y a que artistas locales puedan hacer lo mismo en otras ciudades europeas. Una buena iniciativa que, como advierten los propios grafiteros, corre el riesgo de quedarse solo en las palabras. Muestra de ellos es que mientras el ayuntamiento presume en Europa las obras murales de las paredes xixonesas se degradan ante la pasividad de las instituciones. Sirva de reflexión que mientras nos llevamos las manos a la cabeza cuando algunos grupos ecologistas lanzan sopa de tomate a un Van Gogh pasamos por delante de obras de nuestros artistas locales totalmente vandalizadas sin inmutarnos. Así como un cuadro se restaura, se repara o se le da otra vida, lo mismo tendría que suceder con los grafitis para ser parte viva del patrimonio de una ciudad.


Xixón y el arte urbano