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‘Increíble, Indecente’, la obra de las mil y una funciones

El Teatro Jovellanos acogerá el próximo 27 de marzo una obra irrepetible representada por diez adolescentes de Xixón.

Por Redacción 12grados

Una obra de teatro protagonizada por adolecentes que cambia en cada escenario que pisa. Así es, “Increíble, Indecente”, que este marzo llega a Xixón para hacer reflexionar a los espectadores sobre la fase de descubrimiento y crecimiento que es la adolescencia. La obra representa de un modo poco convencional las inquietudes de los jóvenes y sitúa el factor sexual como un punto importante. Teresa Ases, directora y co-creadora de la obra, pretende construir un diálogo intergeneracional entre jóvenes inmersos en su adolescencia y mayores alejados ya de ella para que la obra sea una forma de acercar al público al estado más puro adolescente. La singularidad que hace poderosa esta función es que sus protagonistas son únicos en cada ciudad a la que viaja la compañía NavelArt. En cada lugar, eligen a un grupo de adolecentes locales para interpretarla y vuelcan en ella sus propias inquietudes. Cada función es única e irrepetible. Tal y como confirma Ases, “la obra siempre es diferente, además de por los intérpretes, que son locales de cada ciudad o cada municipio, s no porque ellos participan en la obra no solo como intérpretes sino como creadores, hay partes que ellos crean aquí”.


Teresa Ases durante el primer ensayo en Xixón

Su fascinación por la adolescencia y las inquietudes que nos arrasan durante esta etapa vital, empujó a la directora a idear este espéctaculo. Cuando realizaba su formación en dirección escénica contemporánea, Ases tuvo que escoger una obra de repertorio para versionarla y optó por el título ‘El Despertar de la Primavera’ de Weedekind. Aquel encargo terminaría por convertirse en el puente que le ha llevado hasta crear su propia obra, ‘Increíble, indecente’. “No es que esté inspirada, sino que sí tuviéramos que hacer ‘El Despertar de La primavera’ en vez de con adolescentes de finales de 1800, como plantea Weedeckind, con los de ahora, sería como es esta obra”, declara Ases. A la hora de llevarla a cabo, la co-autora hubiese podido inclinarse por una forma más convencional de hacer teatro y seleccionar actores profesionales para su gira, pero priorizó que los actores del espectáculo fueran fielmente adolescentes. “Soy bastante radical cuando intento crear en base a un tema, es decir, si estoy hablando de la adolescencia, no me puedo imaginar actores haciendo de adolescentes, me imagino a adolescentes”, apunta Ases.

Detrás de una idea tan radical e innovadora, acecha un enorme trabajo de producción para poder crear una función distinta en cada destino. Antes de lanzarse a buscar actores locales “se ha trabajado con un equipo y se han hecho ensayos piloto con actores profesionales para poder diseñar la participación de actores locales”, explica Ases. Dentro del espectáculo hay partes muy guionizadas en las que las escenas están totalmente marcadas, pero también existen otros bloques más libres originados en los ensayos conjuntamente con los participantes. Mario Rodriguez tiene 17 años y es uno de los diez elegidos para representar la obra en Xixón. Aunque en su caso no es la primera vez que se sube a un escenario, la experiencia no es un requisito para participar. Rodríguez no dudó en apuntarse a la convocatoria en cuanto se enteró, “todos los que estamos aquí buscamos todas las oportunidades posibles para adentrarnos en el mundo de las artes escénicas porque no tenemos muchas y, bueno, una obra que hable de la juventud, de cómo somos, cómo nos relacionamos, qué hacemos, yo creo que es una gran oportunidad”, apunta el joven.

Para la directora siempre es enriquecedor coincidir con gente joven. “Me acerco de nuevo a mi adolescencia, soy capaz de revivir todo el rato, la mía propia y además conecto con las nuevas generaciones y eso me da mucha esperanza”, desarrolla. Su vocación teatral no tiene otro objetivo que disfrutar y pasarlo bien. “A día de hoy creo que pasárselo bien es fundamental, quizás ese es el objetivo, poder construir un espacio de encuentro de personas de diferentes edades, un espacio intergeneracional donde podamos hablar sin ningún tipo de prejuicios, sentirnos libres y decir, vamos a jugar a hacer teatro”, exclama Ases. Para lograr generar este ambiente procura que la puesta en escena sea parecida a un espacio de taller en el que los jóvenes encuentren un espacio de juego y no un escenario donde exhibirse. Además, la obra no solo se compone de la interpretación de los diez protagonistas, sino elementos como la luz, el audiovisual -a través de la proyección de entrevistas protagonizadas por gente que cuenta la relación con su adolescencia y sexualidad- y el sonido, compuesto para transmitir las sensaciones de los intérpretes y no solo de acompañar las escenas.

El próximo lunes 27 de marzo a las 20.30 horas diez adolescentes saldrán al escenario del Teatro Jovellanos para reflexionar con el público sobre una etapa que deja huella. Diez adolescentes tartarán de establecer un diálogo con los más mayores para sentirse comprendidos y escuchados mientras juegan a hacer teatro. Ases anima a la gente a vivir esta experiencia teatral y reflexiona sobre la importancia de la obra: “Ahora que soy madre pienso mucho en cómo será su adolescencia y cómo podré acompañarla, les animaría para invitarles a saber acompañar y mirar de una manera diferente a la que nos cuentan a las nuevas generaciones”.