El último miércoles de cada mes, al grito de “Que nadie olvide sus nombres”, ocho entidades asturianas organizan una concentración para recordar a todas las mujeres asesinadas en lo que va de año contra el terrorismo machista. Olga Muñiz perteneciente a la Red de Muyeres Verdes de Equo Asturies fue la portavoz de la concentración del pasado miércoles 31 de mayo en Gota de Leche. Una cita a la que están deseando dejar de acudir, pues este encuentro significa que el machismo se sigue perpetrando en un país que dice ser democrático y justo. Que hay víctimas por las que seguir levantando la voz. El mes pasado la pancarta que sostenían las compañeras sumaba 29 asesinatos de mujeres en manos de hombres y este mes de mayo la pancarta alzada alcanzaba la cifra de 40 asesinatos. Cada uno de estos estampados en carteles en forma de máscara con el nombre, edad y provincia de esas mujeres en la ya concurrente verja. Una escalofriante cifra en los cinco primeros meses de este año.
La violencia machista siempre trae consigo tragedia, destrozando familias y a menudo arrebatando su única fuente de sustento. Por esta razón, en esta concentración, también se alza la voz para exigir mayores recursos que ayuden a estas familias desamparadas por el feminicidio a reconstruir sus vidas. Lamentablemente, el pasado fin de semana se produjeron dos nuevas muertes por violencia de género, ambas víctimas embarazadas y acompañadas por menores. En Granada, Rosario Latarán, de 38 años y con 8 meses de embarazo, fue encontrada muerta junto a su hijo de tres años en su domicilio. En Vitoria-Gasteiz, Maialen Mazón, de 32 años y embarazada de gemelos, fue hallada sin vida en una habitación de un aparthotel, mientras su hija de tres años, afortunadamente ilesa, estaba presente. Según el Ministerio de Igualdad, en lo que va de 2023, ya son 22 los menores que han quedado huérfanas y huérfanos a causa de la violencia de género. «Cualquier asesinato de una mujer es trágico, pero cuando hay menores involucrados, se vuelve aún más sangrante y doloroso», admite Muñiz frente a estos terribles sucesos.
Olga Muñiz leyendo el manifiesto del 31 de mayo
En el actual contexto político del país, marcado por los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, con un claro vuelco hacia partidos conservadores y formaciones políticas que niegan la existencia del patriarcado y minimizan la violencia machista. Esta situación representa un desafío peligroso para las entidades comprometidas en la lucha contra la violencia de género. Si esta virada hacia la derecha se confirmase en las elecciones generales del próximo 23 de julio los colectivos feministas temen que pueda producirse grandes retrocesos en las conquistas jurídicas y derechos conseguidos en los últimos años. “La derecha y la extrema derecha tocan las puertas del gobierno y todos sabemos el retroceso qué supone y va a suponer para las mujeres que estos psicópatas lleguen al poder” denuncia Tai, una de las asistentes. Sin embargo, no solo les preocupa la retórica antifeminista y negacionista de la violencia machista por parte de partidos políticos como VOX, sino también cómo los medios de comunicación reflejan y tratan estos discursos. “Los medios de comunicación hacen hincapié en unas cosas u otras, las adornan o tergiversan de una forman u otra”, advierte Muñiz.
A pesar de ser un tema de actualidad y controversia en la esfera política, Muñiz denuncia la falta de atención dedicada a la violencia machista durante estas elecciones, para ella una cuestión clave que visibilizar: el feminismo y la vigente violencia machista. “Lo que no puede ser es que la mujer vaya con miedo, no se atreva a denunciar y que exista una gran violencia antes del asesinato”, exclama Muñiz. Para esta plataforma contra las violencias machistas, es de suma importancia la coeducación, hacen hincapié en seguir insistiendo en una educación de colaboración y cooperación. Y para lograrlo seguirán gritando alto y fuerte en estas concentraciones, para recordar con fuerza a las mujeres asesinadas, “seguiremos exigiendo justicia, más medios económicos para erradicar esta lacra y más compromiso institucional, el camino a seguir es el ecofeminismo y la coeducación”, manifiesta Muñiz.
Tai pronunciando el manifiesto
La rabia e indignación de estas entidades puso el broche final a este acto con el ferviente discurso de una de las asistentes. “Nos ponemos enfermas viendo como los medios de desinformación manipulan a la sociedad y condenan públicamente el machismo mediante programas de televisión para captar espectadores con la pena ajena como es el asesinato violento y machista hacia una mujer”, gritó Tai. Un discurso marcado por su malestar ante la manipulación mediática, el ascenso de partidos de extrema derecha y la preocupación de que se nieguen derechos ya adquiridos, como el aborto seguro y la protección de las mujeres vulnerables a la violencia. “No podemos permitir que nos nieguen derechos ya concebidos como es el derecho al aborto seguro, legal y gratuito y en la sanidad pública. No podemos permitir que tumben leyes feministas que protegen a las mujeres vulnerables de violencias de cualquier tipo, no podemos permitir que supriman derechos laborales aumentando las cargas familiares sin ayuda ni compromiso por parte del gobierno”, sentenció Tai.
