El baile o el cante, cualquiera de estas dos disciplinas le habría hecho feliz si las hubiera elegido como profesión, pero Ana Santos (Avilés, 1998) optó por la interpretación. Actuar tanto delante de una cámara como sobre un escenario o incluso detrás, dirigiendo, la convierte en una actriz 360. Desde pequeña, todas las formas artísticas le llamaron la atención y crecer en una familia “muy teatrera” le dio el empujón para tener claro qué quería ser de mayor. Cada verano, su familia se reunía para recrear festivales con música, teatro y humor, un espectáculo que despertó en su imaginación el deseo de actuar ante el público o en televisión.
El primer paso para conseguir su sueño fue estudiar en la ESAD, que se convirtió en su primer lazo con el teatro asturiano a base de hacer castings y audiciones “fueran de lo que fueran”. Eran una forma de darse a conocer y abrirse futuras puertas a papeles que pudieran salir. Desde entonces ha mantenido vivo su vínculo con el teatro: “tengo la suerte de seguir actuando, llevo trabajando en diferentes montajes de teatro asturiano desde 2018”.
Su siguiente destino fue Madrid, donde se trasladó con el propósito de formarse en interpretación ante la cámara. «Me fui con la idea de actuar en televisión y cine porque es algo que he tenido muy claro desde pequeña», comenta. Una vez establecida en la capital, comenzó a trabajar con un representante, lo que le abrió las puertas a castings para series. Así, logró cumplir su primer sueño al formar parte del elenco de la serie británica ‘A Town Called Malice’, marcando su debut en la pequeña pantalla.
Ana Santos, de azul, en su papel de la serie ‘A Town Called Malice’
Actuar ante una cámara o hacerlo en el teatro son dos cosas muy distintas para Ana. Con cada espacio, desarrolla partes diferentes de la interpretación aunque al final ambas acaban teniendo la misma esencia: «la verdad de actuar». «La interpretación ante la cámara te da más visibilidad porque el producto audiovisual se puede reproducir en cualquier medio y momento casi mientras que el teatro es más efímero», reflexiona. Explorar el mundo de la televisión siempre había sido un sueño para la avilesina aunque su ideal sería poder combinar tanto el escenario de un teatro como el set de rodaje de una película o serie de televisión.
«No tenia trabajo, había acabado la serie y hacía tiempo que no tenía funciones. Dije voy a hacerme yo mi propio trabajo y así fue como comencé a escribir y a buscarle financiación a la obra y la sacamos adelante»
Pero para Ana, actuar no es el destino final de su camino. Ya ha escrito, producido y dirigido su propia obra de teatro y piensa seguir haciéndolo en el futuro: “Siempre me ha gustado mucho escribir y creo que dirigir es algo que también puedo hacer. Surgió en un momento que no tenia trabajo, había acabado la serie y hacía tiempo que no tenía funciones. Dije voy a hacerme yo mi propio trabajo y así fue como comencé a escribir y a buscarle financiación a la obra y la sacamos adelante». Así nació ‘La pirata de las estrellas’, que se estrenó el pasado mes de octubre en su ciudad natal, Avilés.
Esta es la filosofía de la joven avilesina, sacarse ella misma las castañas del fuego. Ahora, está cursando un ciclo formativo de Producción Audiovisual y de Espectáculos, con el objetivo de trabajar detrás de las cámaras y en producciones teatrales. Ana busca explorar otras facetas de esta industria, a menudo idealizada por la imagen de los actores y actrices de Hollywood, donde trabajar únicamente frente a la cámara es una posibilidad limitada.
«Como actriz dependes de que alguien quiera trabajar contigo, de encajar en un guion que ha escrito otra persona, de que un director o directora confíe en ti para hacer ese papel. El producir, escribir y dirigir te da la oportunidad de hacer tus propios proyectos. Puede ser un camino en un futuro que a mi me permita estar aquí [en Asturies]”, evalúa. Aunque por el momento no tiene pensado volver de Madrid, disfruta cada escapada a Avilés, su ciudad, el reencuentro con su familia y amigos que cada vez son menos lo que quedan en Asturies.
«Creo que ahora mismo estoy en un momento que es bueno para mi estar ahí donde hay tanto ajetreo artístico y cultural, tengo la oportunidad de ir a ver teatro, cine, charlas, exposiciones… digamos que hay un nivel de exposición cultural que aquí no hay tanto o no tan de primera mano», afirma. Ahora mismo Madrid es su lugar y considera que es su momento estar allí, aunque le gustaría en un futuro tener un espacio como actriz en Asturies. Un espacio artístico que, considera, no se promueve tanto como en otras comunidades: «hay ciertas comunidades autónomas que tienen más producción audiovisual y eso favorece siempre el talento autóctono y aquí no hay tanto esa oportunidad».
Por el momento, Ana sueña con un futuro ideal en el que, aunque incierto, pueda trabajar en series de televisión y en el teatro, tanto escribiendo como dirigiendo sus propios proyectos. Lo que si tiene claro es que si el trabajo no llega a ella, está decidida a ir en su búsqueda. No se quedará de brazos cruzados.