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El Plan Llave de Xixón: ¿una respuesta al desafío de la vivienda en la ciudad?

El acceso a la vivienda es un problema estructural sin una causa única ni una solución definitiva que lo erradique. Tampoco afecta a una sola porción de la población, es un obstáculo que atraviesan generaciones enteras: jóvenes con trabajos inestables con dificultades para emanciparse o personas adultas con toda una vida trabajada ven cómo el alquiler consume una importante porción de su sueldo. En Xixón, los precios del alquiler han subido un 30% en los últimos tres años: lo que antes podía alquilarse por 400€, ahora por menos de 550€ es prácticamente imposible. Unos datos que contribuyen a que de las 41.000 personas jóvenes que viven en la ciudad, solo el 23% estén emancipadas y la mayoría de ese porcentaje lo logra en edades muy cercanas a los 30 años.

En solo un año, la vivienda ha escalado diez puestos en el ranking del CIS que evalúa la percepción ciudadana de los principales problemas en España, situándose como la tercera preocupación y con un incremento del 15,2% respecto al año anterior. Esta escalada pone de manifiesto la gravedad de la crisis habitacional en el país, una situación que, al extrapolarla a Xixón, revela el mismo panorama. La proliferación de pisos turísticos y la escasez de oferta han disparado los precios, haciendo que acceder a una vivienda sea insostenible para muchas personas.

Proyectos para incrementar la vivienda pública en Xixón

Ahora mismo, existen varios frentes abiertos en Xixón destinados a incrementar el parque de vivienda pública, cuyo objetivo sería aumentar la oferta, equilibrar la demanda y que así los precios se reduzcan. De entre ellos, el más longevo y que ya está en marcha es el proyecto planteado en la parcela de Peritos, donde se prevé construir 250 viviendas de alquiler regulado, dirigidas principalmente a jóvenes menores de 35 años, con una fecha estimada de finalización para junio de 2026. Otros proyectos son la rehabilitación de 120 viviendas de promoción pública en la calle Jacques Costeau y la cesión de siete pisos ubicados en Cimavilla, anteriormente gestionados por VIPASA (Empresa pública de Viviendas del Principado de Asturias), a EMVISA (Empresa Municipal de Vivienda de Xixón) por un plazo de 60 años, para destinarlos al alquiler asequible.

El ‘Plan Llave’

El último proyecto en anunciarse ha sido el ‘Plan Llave’, presentado por el Ayuntamiento a finales de noviembre. El ya famoso plan, propuesto por FORO, ha suscitado una fuerte polémica y opiniones de todo tipo. La izquierda del consistorio y el mismo consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos del Principado, Ovidio Zapico, no tardaron en pronunciarse en contra de este plan por su carácter público-privado. Argumentan que podría comprometer el parque público de vivienda a largo plazo, ya que un porcentaje de los pisos construidos estaría destinados a la venta. En contraste, el Principado defiende un modelo centrado en la gestión pública directa, con un enfoque exclusivo en la promoción de vivienda pública destinada al alquiler.

Pero…¿qué plantea este plan a nivel de vivienda? El proyecto pretende la construcción, a lo largo del mandato de FORO en el Ayuntamiento de Xixón (hasta 2027), de 500 viviendas en suelo público, tanto para la venta con precios regulados como para el alquiler asequible. La primera fase del ‘Plan Llave’ dará comienzo durante el primer trimestre de 2025, cuando se pondrán a la venta seis parcelas propiedad del Ayuntamiento, ubicadas en los barrios de Ciares, El Coto, Perchera-La Braña y Nuevo Gijón.

En concreto se trata de los solares de la calle Balbín 5; la intersección entre Gloria Fuertes y Concejo de Coaña; el cruce entre las calles Don Quijote y Pintor Luis Pardo; el número 48 de la calle Monsacro; la calle Jimena Menéndez Pidal y los números 48-52 de Naranjo de Bulnes. En estas ubicaciones, los promotores interesados podrán construir aproximadamente 150 viviendas, que se comercializarán bajo las modalidades de vivienda de protección autonómica (VPA) o vivienda de protección concertada (VPC).

La segunda fase de este plan contempla, esta vez, la concesión de derechos de superficie en lugar de la venta directa de los terrenos públicos. Esto significa que el terreno seguirá siendo de propiedad pública, pero se cederá a la empresa constructora por un periodo de tiempo determinado, establecido en aproximadamente 50 años. Durante ese tiempo, la constructora será responsable de la edificación las viviendas y tendrá derecho a explotarlas, en este caso mediante el alquiler. Al final del periodo de concesión, tanto el terreno como las viviendas revertirán nuevamente al Ayuntamiento.

La construcción de las viviendas de esta segunda fase se llevará a cabo en terrenos públicos ya disponibles y en otros que están en proceso de ser cedidos al Ayuntamiento. Uno de los posibles emplazamientos podría ser el aparcamiento del Albergue Covadonga, donde se estima que podrían construirse hasta 300 viviendas. En esta segunda fase, todas las viviendas serán destinadas exclusivamente al alquiler, tomando el modelo adoptado en el solar de Peritos.

A pesar de las desavenencias políticas que ha generado el ‘Plan Llave’, la propuesta ha sido, en general, recibida de manera positiva por parte de entidades sociales y sindicatos. Es el caso de Identidad para Ellos y Ellas (IPE), que consideran que cualquier medida a abordar la problemática de la vivienda es positiva. Sin embargo, también han surgido numerosas incógnitas todavía sin resolver, especialmente en lo que respecta a la regulación de precios, los requisitos de acceso, la accesibilidad y el proceso de entrada a las viviendas, información clave para juzgar de una forma totalmente fundada del plan. «La situación ahora mismo es tan grave y de emergencia que nos da igual quién las haga y cómo las haga mientras se añadan viviendas al mercado», explica Marcos Madrigal, director de IPE.

Lo que sí analiza el director de IPE es que no exista ningún plan a corto plazo de tiempo ni una respuesta urgente para abordar la situación de la vivienda de manera inmediata. Además de ser planes que se van a desarrollar durante un corto plazo de tiempo (de dos a tres años por ejemplo), en lugar de ser planes que se vayan a abordar el problema durante dos décadas.«La rentabilidad de ellos es electoral, no tenemos lideres que sean capaces de pensar en nuestro país o nuestra ciudad en más de 15 años. Hacer algo a 20 años no te trae a corto plazo que te voten en el 2027», señala Madrigal.

Esta preocupación es compartida por Yurena Sabio, presidenta del Conseyu de Mocedá de Xixón (CMX), la federación de asociaciones juveniles que se erige como un punto de referencia para dar respuesta a problemáticas que afectan a la juventud xixonesa: «Por los plazos de la contratación pública y el tema de construir y levantar un edificio, no es algo que ponga una solución inmediata, es una solución para dentro de un tiempo, que es genial que se pongan manos a la obra para poder ampliar el parque público, pero no supone una solución para este instante». 

Estas entidades demandan soluciones inmediatas a corto plazo, inmediatas, aunque también consideran claves los planes de construcción de vivienda que están en proceso. Medidas como el plan en el que participa IPE junto al Ayuntamiento, el Xixón Alquila, en el que según Madrigal: «Intentamos hacer de mediación, que la administración y las entidades demos seguridad a la gente que tiene casas vacías, que les animemos seria una buena campaña de información y asesoramiento, hacia personas que en la ciudad tienen sus viviendas vacías las pusieran a este proyecto de servicios sociales con el respaldo de la administración», explica Madrigal, que considera que poner en el mercado las viviendas que están vacías hay unas 7.000 viviendas vacías en Xixón, es una de las primeras cosas que se deberían hacer, así como reutilizar espacios públicos infrautilizados. Además, destaca el programa Comparte Joven, que pretende ayudar a conseguir la emancipación de jóvenes que en su mayoría pasan por una mala situación económica y la alta tasa de desempleo. Un plan más acorde al perfil de jóvenes con los que trabaja IPE.

El Conseyu por su parte, se encarga de informar y visibilizar la problemática de la vivienda, una de las mayores preocupaciones de los jóvenes. Lo hacen, por ejemplo, a través de la campaña de ‘Aquí no hay quien viva’, una iniciativa que busca poner de relieve el grave problema habitacional para evitar que la situación de ciudades como Madrid o Barcelona se replique en Xixón. En el marco de esta campaña, también organizaron jornadas sobre emancipación. «Nos juntamos unas cuantas personas un sábado por la mañana a hablar de esto, personas jóvenes, que no se suele tener en cuenta nuestra opinión o reivindicaciones cuando al final sí que sabemos del tema, sí que como conscientes de los problemas que tenemos y sí que somos capaces de proponer soluciones», protesta Sabio. 

Aunque el ‘Plan Llave’ destinará las primeras 150 viviendas a la venta, el problema más urgente radica en la vivienda de alquiler. Para José Pablo Calleja, doctor en el área de Trabajo Social de la Universidad de Uviéu, la dificultad se debe a la escasez de oferta de estas viviendas. Este problema tiene muchas aristas, pero las principales son, por un lado, la eclosión masiva de pisos turísticos, y por otro, el miedo de los propietarios a alquilar, un temor que, según Calleja, es muchas veces exagerado e infundado.

En 2021 se publicó el ‘Estudio sobre Vivienda Vacía y en Alquiler de Gijón/Xixón’ en el que Calleja participó como doctor de la universidad, junto al Ayuntamiento de la ciudad y EMVISA. El estudio se ideó para evaluar la situación del mercado de la vivienda y comprobar la efectividad de las políticas sociales en este ámbito. Tres años después, la situación ha empeorado categóricamente, aunque gracias a este estudio se puso en evidencia el problema de las viviendas vacías, que en ese momento ascendían a aproximadamente 7.000. «Si la administración local, o mejor aún, la autonómica —que es quien tiene las competencias—, aprovecha la nueva ley de vivienda como herramienta legal para gravar con impuestos o incentivar fiscalmente que estas viviendas salgan al mercado, lograr que entre 50 o incluso 100 de ellas se incorporen al mercado de alquiler podría contribuir a una bajada de precios», explica Calleja.

No existe una sola solución para abordar el problema de la vivienda, según Calleja, la salida es un conjunto de medidas que se entroncan en bloquear las viviendas de uso turístico e incentivarla incorporación de viviendas vacías al mercado. «Contribuir a que haya un cambio de juego en el mercado del alquiler. Si gracias a este plan llave 100 o 200 de esas viviendas salen al mercado del alquiler a precios que contribuyan a tener efecto en el mercado, a bajar el precio porque lógicamente bajaría la demanda, a mi si me parece positivo», opina Calleja. 

Además, es crucial que las viviendas sean flexibles, accesibles y, sobre todo, estables. Este último aspecto es especialmente relevante ante la proliferación de pisos destinados solo para «estudiantes», que solo cubren el curso académico. «Llega el verano y, muchas veces, los alquileres van de septiembre a junio, pero en julio tienes que buscar otra opción porque los pisos se alquilan a otros precios para diferentes demandas», denuncia Sabio. Esto dificulta que cualquier persona pueda construir un proyecto de vida estable.

Sea como fuere, tienen que existir medidas como la del Plan Llave, que buscan ampliar el parque público de viviendas de la ciudad. Sin embargo, también deben implementarse medidas complementarias que cubran este problema de una forma más inmediata. Lo que realmente importa es reconocer que se requieren múltiples enfoques, diversos y adaptados a las diferentes realidades de la población que necesita vivienda, dada la complejidad y la variedad de las situaciones.