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Clave 4. La Plaza de Toros del Bibio: un asunto con el que lidian dos ideologías opuestas

El futuro del coso pasará por el resultado de las elecciones municipales, donde la fuerza ganadora decidirá si vuelve la feria taurina de Begoña o, por el contrario, se le dará al recinto otro uso diferente.

Por Redacción 12grados

‘Las Claves’ es una serie de artículos dedicados a analizar los temas calientes que protagonizarán la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Exploramos la situación actual y las propuestas de cada partido respecto a cada cuestión, para que este mayo puedas votar conociendo bien todas tus opciones.

 

En 1888, se inauguraba en Xixón la Plaza de Toros de El Bibio, por la que desfilaron matadores durante 133 años. La cita anual de los taurinos se celebraba en agosto, coincidiendo con las fiestas de la ciudad. Conocida como la Feria de Begoña, solo fue interrumpida en dos ocasiones, durante la Guerra Civil y en el 2020 con la pandemia. En el verano de 2021, cuando aún se ensayaba la nueva normalidad, los taurinos celebraban con alegría haber sacado su feria adelante. No sospechaban que iba a ser la última. Ni la pandemia, ni la guerra, ni los animalista pudieron los toros en Xixón, su kryptonita fueron dos nombres: ‘Feminista’ y Nigeriano’.

 

El 15 de agosto de 2021 el matador Morante de la Puebla, lidió a dos toros con esos nombres. Las redes se hicieron eco de la noticia que se propagó por todo el territorio nacional desatando la polémica. La fiesta taurina habitualmente se asocia a colectivos que pertenecen a las ramas ideológicas de la derecha y sus críticos interpretaron que matar a dos toros con esos nombres era una provocación al feminismo y al antirracismo. La por aquel entonces alcaldesa Ana González, del PSOE, escuchó la noticia mientras cenaba en su casa y se llenó de rabia. Al día siguiente declaraba: «Se han cruzado varias líneas con eso. Y muy importantes. Una la de la igualdad entre hombres y mujeres y otra la de una sociedad que cree en la integración y las puertas abiertas a todo el mundo». El gerente de la empresa que organiza la feria, Carlos Zúñiga, no tardó en pronunciarse y trató de quitarle hierro al asunto argumentando que los nombre de los toros «vienen de sus abuelos», es decir, que es una antigua tradición familiar y que no había «segundas intenciones» detrás de los nombres.

 

 

Pero la polémica no se iba a quedar ahí y a los pocos días de que terminase la feria, la alcaldesa fue rotunda: «se ha acabado la feria taurina». Este anuncio suponía que el ayuntamiento no iba a prorrogar ni firmar un nuevo contrato con la empresa que gestionaba la feria. La decisión pilló por sorpresa tanto a los animalistas, que aunque el fin de los toros no había llegado por las razones que ellos esgrimían celebraban el desenlace, como a los taurinos. Ante el aluvión de críticas y felicitaciones que venían por todos lados, Ana Gonzáles matizaba que no prohibía los toros, ya que es competencia del Estado declara la ilegalidad de esta fiesta, simplemente decidía dejar de organizarlos en nuestra ciudad. Los taurinos lanzaron duras críticas acusando la decisión de «imposición ideológica» y señalar que supondría un «desastre económico para la hostelería», a lo que los animalistas respondieron que hacía muchos años que la plaza no se llenaba.

El Bibio no es solo una plaza de toros, sino un edificio protegido como patrimonio cultural. Y en ella se han celebrado múltiples conciertos y festivales como el OktoberFest. Así que Ana González propuso convertirla en un espacio para albergar esta clase de eventos. Con ello en la mente el Ayuntamiento encargó un informe que sentenciaba que la plaza necesitaba algunos arreglos pero que no había riesgo de hundimiento y el consistorio decidió que debería permanecer cerrada hasta que se acometiese la reforma. Hasta enero de 2023 no se conocieron las propuestas del consistorio para el futuro de la plaza, mientras los partidos políticos defensores de la feria taurina criticaban el abandono del edificio. Finalmente, se anunció que podría contarse con financiación europea para realizar una obra de 6,4 millones de euros, que no solo arreglaría los desperfectos sino mejoraría la plaza para adecuarse a espectáculos musicales. Pero, con todos los frentes abiertos que tenía por aquel entonces el gobierno y a la vista de las elecciones, ahí se quedó el citado proyecto.

Las propuestas de los partidos políticos

En los últimos meses el tablero político se mantuvo igual, izquierdas contrarias a los toros y derechas en favor de la feria, pero en las últimas semanas un jugador decidió cambiar su estrategia: el partido socialista. Cuando en septiembre salió vencedor de las primarias, Floro **reconocía no ser taurino, pero que la feria no le molestaba**, por lo que se escucharía en su momento la visión de todas las partes. Pasados unos meses y a punto de entrar en campaña su número 2 y actual gerente de Divertia, Lara Martínez, explicó que sería imposible por temas legales y de adecuación del recinto que la fiesta taurina pudiese realizarse este agosto. Es más, acusó a aquellos que lo prometen de “echar la vista atrás”, refiriéndose concretamente a Foro, con la exalcaldesa Carmen Moriyón a la cabeza que aseguró que de llegar al poder recuperarían la tradición este mismo año: «es una actividad legal, protegida y que genera un beneficio económico en Xixón».

 

Moriyón y Floro en el primer debate electoral

 

La candidata forista aseguró estar trabajando con antelación para estudiar la situación del Bibio y el posible protocolo de intervención, analizando cual serían las medidas necesarias y el aforo permitido para poder acoger este año la feria de ser elegidos para gobernar. Otros partidos candidatos, PP y VOX, también trabajan para lo mismo, apoyando de pleno la misma iniciativa y defendiéndola bajo las ideas de tradición, beneficio económico y de un poder de decisión libre. Ciudadanos mantiene una postura ambigua. Por un lado, atizan la decisión ideológica «sectaria» del gobierno de Ana González de retirar la feria. Por otra parte, consideran que Foro está engañando a los ciudadanos con la posibilidad real de que se vuelva a celebrar este año la feria, tanto por temas burocráticos como por tema de financiación.

Con el inicio de la campaña del 28M y los viento de cambio soplando en contra del PSOE, Floro se implicó al máximo en la tarea de diferenciarse de su predecesora, Ana González, que se había ganado muchas enemistades en su mandato. Así, en el primer debate electoral sorprendió con su defense de la legalidad de la fiesta taurina. Podemos, Por Xixón y Equo, defensores de la idea de que la tauromaquia representa el maltrato y la tortura animal, le reprocharon esta nueva postura al partido socialista.

Las elecciones están a la vuelta de la esquina, y, por ende, el futuro de la feria taurina de Begoña también. Dependiendo del voto de los xixoneses, unos capearán esta decisión mientras que, los otros, tendrán que verlo desde la barrera de la oposición.