«Que las musas te pillen trabajando», reza la cita atribuida al infame Pablo Picasso. A [Alberto] Sastre (Xixón,1990), no le vinieron a visitar las musas, si no las ‘chispas’ que le iluminaron para componer los 7 sencillos de su próximo álbum, ‘Familia de Sastre’. El disco verá la luz a mediados de mayo, pero ya se pueden escuchar los primero acordes de esta familia en los temas ‘Caja Negra’ y ‘Gijón Sin ti’. Con notas más alegres que en sus anteriores trabajos [‘Estación. Ida y Vuelta’] Sastre le canta al Xixón de las y los que viven en él, lejos de la postal turística y en el que vuelca sus emociones. El músico cree que ‘acción llama acción’ y, compartiendo su obra con artistas y público en espacios que apoyan la cultura en la ciudad, pretende cambiar la falsa idea de un ‘Xixón mustio’ que aún algunas personas tienen en su mente.
—¿Qué te define como artista?
—Justo viniendo para acá, me venía preguntando si me definía como músico o como artista. Ser músico es algo que me da respeto en relación a todos los que estudiaron en el conservatorio o hicieron Bellas Artes y tienen una consistencia teórica y práctica detrás, por lo que me cuesta englobarme de la misma manera. Creo que lo que hago es una forma de expresión a través de la música. Hacemos canciones con lo que nos perturba, nos afecta, lo que amamos… porque la música tiene una capacidad de expresión y de plasmar sensaciones que es única respecto al resto de ramas artísticas.
—¿Dónde encuentras motivos para componer?
—Tampoco es algo que vaya buscando. Por ejemplo, este último disco lo conforman lo que me gusta llamar ‘las chispas’. Son momentos de la vida que te trastocan de alguna manera y eso da lugar a un comienzo de una canción. Y a partir de ahí sigues construyendo. De otra forma, que no digo que esté mal, sino que es distinto, sería cuadrar un tema con un proceso de investigación e intentar encontrar la armonía. Pero ya te digo, lo mío fue más un ‘clic’.
—A mediados de mayo lanzas nuevo disco, ‘Familia de Sastre’. ¿Cómo es el proceso de lanzar un álbum para un artista emerxente?
—Es complicado porque es mucho tiempo, trabajo y cosas que afrontar. También hay que organizar y coordinar a mucha gente que se encarga de diferentes aspectos. Pero esto se mezcla con la ilusión, la alegría y las ganas de sacarlo adelante. No solo mías, sino de toda la gente involucrada. Es un orgullo que todas estas personas tan talentosas se hayan volcado tanto para poder crear el álbum.
—Las imágenes de los primeros dos sencillos del disco son una foto tuya y otra de tu hermana de pequeños. ¿Este disco está dedicado a tus raíces?
—Tiene dos vertientes. La primera, un homenaje a mi familia. Es importante recordar tus raíces y ser consciente de donde vienes. Y por otro lado, hace referencia a que es un disco más colaborativo que el anterior, un trabajo más grupal. Por lo que el término de familia también hace referencia a eso.
—¿Cómo has visto la recepción de ‘Gijón sin ti?
—La gente se ha visto apelada y eso me hace muy feliz. No es una canción que invite al turismo, por así decirlo, hace referencia a otra parte de Gijón que todos conocemos. Entonces que la gente conecte con una de las cosas más sinceras que he hecho me hace mucha ilusión, la verdad. Una de las cosas más chulas de la música es conectar con los demás. Entonces cuando la gente sube fotos o videos de la ciudad con su propia visión de ‘Gijón sin ti’ es muy guay porque amplía los horizontes de la canción.
—¿Qué importancia le das a la imagen en relación con la música?
—Me entusiasma la imagen, la fotografía y el cine. Y como son cosas que desconozco, me gusta practicarlas para descubrir como conectar más. Hay una conexión entre imágenes y sonidos, una sinergia que es increíble.
—¿Y a la poesía?
—Hay varios puntos en común entre la poesía y la música. La expresión creo que es la clave de nuevo y también todo el proceso que hay detrás antes de sacar cualquier trabajo, que es, por lo menos en mi caso, muy reflexivo. Viene de entender el mundo que nos rodea. Creo que eso es común un poco a todas las artes.
—Precisamente actuaste en la inauguración de la última edición del POEX
—Si. Me prestó mucho cuando surgió la posibilidad de colaborar porque el primer disco que lancé, ‘Estación. Ida y vuelta’, está basado en la Rosa Chacel, una de las mujeres artistas llamadas ‘Sinsombrero’ de la Generación del 27. Y la temática del POEX este año es la conexión entre música y poesía. Entonces que valoren este trabajo me pareció muy guay.
—¿Cómo ves la situación del resto de artistas emerxentes?
—Talento hay muchísimo. Pese a no ser una región grande, hay mucha gente haciendo cosas. Y la acción llama a más acción, así que es relativamente fácil relacionarse con la gente que se mueve para sacar adelante su arte. Hay varios espacios además como pueden ser La Caja de Músicos, el Toma3 o La Revoltosa que dan lugar a estos encuentros. Lo que me llama la atención es esa idea que se tiene fuera de este círculo de un «Gijón mustio», cuando yo llevo casi dos años sin parar de moverme por estos sitios.
-—¿Y a la administración pública, qué le pedirías?
—Que no ponga trabas. Especialmente en cuanto a tema licencias y conciertos en locales. Es algo que siempre dicen que van a mirar por ello pero nunca terminan de arreglarlo. Así que, con que no pongan trabas, para mi suficiente.
—Cuando piensas en el futuro ¿te ves ligado a la música?
—No lo he pensado, la verdad. De momento estamos poniendo todas las energías en este disco y en el futuro sabe dios. Si siguen saliendo esas ‘chispas’ de las que hablaba antes, seguiré sacando cosas.
—¿Algún artista de la escena emerxente que te gustaría recomendar?
—Hay muchos muy buenos. Recomendaría al grupo ‘Presa’.