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ALICE, surrealismo y fantasía en el teatro el Jovellanos

El show de la compañía internacional MOMIX cautiva estos días a los espectadores de Xixón con sus increíbles coreografías, acrobacias y efectos visuales

Por Marcos Fernández

Hipnótica. Un adjetivo que podría definir a la perfección la función de danza ‘ALICE’, una producción de la compañía internacional de baile MOMIX. El espectáculo se encuentra de gira mundial, siendo Xixón su actual parada, en concreto, el Teatro Jovellanos. Está basado en el celebérrimo libro de Lewis Carrol, ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Las sensaciones al ver la obra son muy parecidas a las que te evoca la historia original. La dosis de surrealismo y fantasía que inyectan a los espectadores desde el inicio hasta el final cumple con el legado del manuscrito, así como con el de la clásica película de animación. En el momento en el que se apagan las luces del teatro, los asistentes caen junto a Alicia por el agujero de la madriguera y el Jovellanos se transforma por casi dos horas en el País de las Maravillas.

El director y coreógrafo, el estadounidense Moses Pendleton, invita a todos los que acudan a ver el show a acompañar a los artistas y viajar con ellos desde el asiento a través de su imaginación, esperando que «sea desde un sueño y no desde una pesadilla». Pendleton, fundador de MOMIX, lleva pensando en la historia de ‘ALICE’ desde que con seis años viese la película y quedase obsesionado hasta el día de hoy con ella, setenta años después. «Su muestra de la absurdez del mundo mezclada con su humor surrealista encaja dentro de la esencia de MOMIX», declaró el veterano artista, que ha querido sumarse a la leyenda del relato aportando su versión. Aunque aclara que no es una copia exacta de esta, sino que la ha tomado como punto de inicio y de ahí ha dejado fluir su imaginación.

Aun así, la representación respeta a la gran mayoría de los personajes principales. A lo largo de los actos, aparecen por las tablas del escenario figuras como el Conejo Blanco, el Sombrerero Loco, el Gato de Cheshire o la Reina Roja. Todos caracterizados bajo el tono de la obra, a veces relajado y otras veces perturbador, provocando en el asistente un viaje de emociones encontradas. Cada detalle pretende ser llamativo, y cada coreografía pretende contar una historia. El espectáculo está plagado de acrobacias que resultan elegantes a la vista. Los efectos visuales juegan un papel importante, ya sea en forma de luces, espejos o material de atrezo.

Una de las bailarinas de ALICE, la hispanofrancesa Aurélie García, define esta producción como una aventura basada en el sinsentido y en el humor, con una Alicia cuya imagen se encuentra en constante cambio. «Su cuerpo crece, encoge y después vuelve a crecer», comenta, haciendo referencia a los constantes espejismos e ilusiones visuales de las que esta obra hace gala. «El inspecto innovador es lo que hace especial a la  ‘ALICE’ de Momix», destaca García, que habla sobre cómo ella y sus compañeros, como grupo de danza «durante la puesta en escena se multiplican y se extienden, haciendo uso de accesorios, cuerdas e incluso los cuerpos de los otros bailarines». La artista recuerda que en las producciones de la compañía MOMIX, uno nunca sabe que se va a encontrar, por lo que esperan sorprender a aquellos que compren su entrada.

La banda sonora se convierte durante el transcurso de los actos en un personaje más, formando parte de este encaje de elementos que generalmente cumple con su intención de crear preguntas y buscar que cada uno lo lleve a su propia interpretación, a su propia ‘madriguera’ interna. Dentro del sonido que envuelve a ALICE, se escucha un habitual repique de campanillas acompañadas de melodías clásicas. Pero también hay escenas en las que la música de un giro de 180 grados y de repente puede sonar tanto un tema de música urbana como instrumentales de cultura árabe, entre otras pistas sonoras. Una vez más se trata de MOMIX saltando a la cuerda con la línea de la lógica, que, en esta ocasión, se debe abandonar al entrar por la puerta del teatro si se quiere disfrutar al máximo de la experiencia.

«Es un viaje mágico, Misterioso. Ilógico. Absurdo. Divertido. Excentrico. Y mucho más», reafirma Aurélie García, que cree que el público, al igual que Alicia, se irá transformando a medida que avance el show y para nada saldrá indiferente a lo que presenció. Aterrizó el pasado jueves en Xixón y seguirá hechizando al patio de butacas hasta este mismo domingo, donde tendrán su última actuación en el Jovellanos tras cuatro jornadas de éxito en la venta de entradas. MOMIX seguirá de gira mundial en las próximas fechas llevando ‘ALICE’ a los escenarios del mundo. No cesará su actividad hasta mínimo mediados del próximo año. Y Xixón ya quedará como una de las paradas donde su encanto y su imaginación hizo que todos los allí presentes viajasen al mundo de la locura. El mundo de los habitantes del ‘País de las Maravillas’.