La Generalitat ha establecido una serie de mecanismos para monitorizar el uso del catalán y otras lenguas en las universidades. Los centros presentarán informes cada seis meses reflejando cuándo una asignatura ha pasado a impartirse en una lengua distinta y por qué.
El Departamento de Investigación y Universidades maneja unas estadísticas que sitúan en el 50% los grados oficiales impartidos en catalán. La cuestión es que, mientras en la educación preuniversitaria el uso del catalán está regulado por la Ley de Educación de Cataluña (LEC), en las universidades el idioma del plan docente es elegido por cada profesor.
La Consejería de Universidades, responsable de este plan, es un organismo controlado por la formación política independentista Junts. Al parecer, cada vez hay menos clases en catalán y más en castellano, debido a la internacionalización de la educación superior (muchos alumnos que llegan de fuera no entienden el catalán).