Cinco días de paro indefinido de los transportistas por las subidas del precio de carburantes dejan un rastro de incidentes violentos y hacen temer la falta de suministros.
El Gobierno acusa a la ultraderecha de “utilizar” la crisis energética para generar inestabilidad. Por su parte, el sector de la alimentación estima pérdidas de 600 millones de euros y varias industrias echan el cierre temporal como consecuencia de la huelga.
Por Redacción 12grados
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