“Intento aguantarme la tristeza”; “Voy a mi habitación y me pongo a llorar”. Así responden dos niñas de primaria ante la pregunta “¿Qué haces cuando estás triste?”. Este pequeño diálogo forma parte de los vídeos protagonizados por niños y niñas de primaria que han grabado las trabajadoras del programa ‘Enfermeras 4.0’, desarrollado en conjunto por el Colegio de Enfermeras del Principado de Asturias (CODEPA) en colaboración con Gijón IMPULSA y la Universidad de Oviedo. El objetivo de este proyecto es acudir a los centros educativos para conocer de primera mano qué percepciones tienen niños y adolescentes en materia de salud mental para poder diseñar intervenciones dirigidas a las necesidades reales que tienen.
“Como mejor se llega a esta población es entre iguales”, explicó Lorena Busto, especialista en enfermería pediátrica y directora del programa, durante la presentación del balance del proyecto piloto. Para conseguirlo diseñaron formatos que se adaptasen bien a su lenguaje y que permitiese la posterior difusión de las cuestiones que expresan. Tomando como muestra los niños de primaria del Colegio de la Inmaculada con los que se realizó una serie de vídeos y los alumnos de secundaria del I.E.S. Calderón a los que se les propuso crear un podcast, Enfermeras 4.0. buscaba comprobar la viabilidad del proyecto. “Nos sorprendió la elocuencia con la que hablan. ¡Qué cantidad de información no estábamos perdiendo!”, exclamó Busto.
Efectivamente esta primera fase puede calificarse de “éxito”, pues “hemos probado que el formato funciona y que se puede obtener la información”, explicó la enfermera. “Tenemos que conocer qué percepciones tienen los niños para hacer intervenciones dirigidas a las necesidades reales que tienen. Su mundo no es el nuestro. Tienen necesidades distintas y peligros que son muy diferentes”, prosiguió. Los estudios revelan que el 50% de los trastornos mentales empiezan antes de los 14 años y datos aún más estremecedores como que cada 11 minutos se suicida un adolescente. Estos problemas se han agravado especialmente durante la pandemia al tiempo que su dependencia de dispositivos móviles y RRSS aumentaba. El grupo que diseñó el proyecto percibió que parte de los problemas provienen o se enraizan con la falta de comunicación que se produce entre cuidadores, docentes y familias. Por eso, este proyecto acude directamente a sus protagonistas para que ellos mismos cuenten lo que sienten, perciben y necesitan.
Una de las principales conclusiones que se sacan de esta primera fase es que muchos niños y niñas tienen problemas para expresar sus emociones y gestionarlas de manera saludable. Esta cuestión es muy llamativa en respuestas como las de las pequeñas que preferían ocultar su tristeza a compartirla. Además, tienen dificultades “para modular”, apuntó Busto, “es llamativo que cuando les preguntamos qué les pone tristes respondan ‘hacerme una herida o que se muera mi mamá’ como si fueran equiparables”, argumentó. “No podemos pretender que un niño sea capaz de expresar y gestionar sus emociones si las familias no conocen la importancia de hacerlo ni gestionan uyas propias”, prosiguió la enfermera para señalar los beneficios de divulgareste material a todos los agentes involucrados en la educación de los pequeños.
Por su parte los adolescentes que en palabras de las enfermeras del programa “acogieron muy bien la idea del podcast”, muestran ser conscientes de la dependencia que tienen de los dispositivos y RRSS. La mayoría reconoce que “pierde tiempo con el móvil y que lo pierden menos cuando están muy ocupados mirar las redes”. Las respuestas de los adolescentes coinciden con las estadísticas que revelan que un 68% de los menores de 10 -12 años tienen RRSS, resultando en graves problemas de adicción juvenil.
El proyecto ha identificado numerosas cuestiones que permiten desarrollar intervenciones específicas de la manera más cercana posible a niños y adolescentes. Ahora toca empezar una segunda fase en la que se lanzará convocatoria a todos los centros y tratar de identificar cuestiones como las diferencias entre el entorno rural y urbano que no se recogieron en la primera. Mientras tanto docentes, cuidadores y familias pueden acceder al contenido publicado en el canal de YouTube del CODEPA para empezar a trabajar en estas cuestiones utilizando recursos con los que los adolescentes se puedan sentir identificados y de los que los educadores pueden aprender.