Otro de los regresos más esperados de la Semana Grande es la Danza Prima. Hoy, a las 14.00 en la playa de San Lorenzo y después de las ofrendas a la virgen Begoña, se tomarán las manos para formar una hilera de cara al mar. Al son de la música popular que acompaña a la danza comenzarán a bailar levantando una pierna y la otra después. Al finalizar el baile se lanzarán más de 100 kilos de material pirotécnico desde el cerro de Santa Catalina celebrando el popularmente conocido como «Restallón». Las fiestas terminarán con el «Asturias Patria Querida» que todos los presentes entonarán.
La danza vuelve a bailarse en el Muro tras dos años de interrupciones por la pandemia. El gesto, darse la mano entre vecinos, un forma de relacionarnos que nos robó el coronavirus se reviste mañana de una simbolismo especial. El Día de Begoña, se baila en San Lorenzo para celebrar las tradiciones asturianas y recordar a aquellos que emigraron al otro lado del mar. Hoym además, será el baile de un pueblo que unido consigue poco a poco volver a la ansiada normalidad.
Como no podía ser de otra manera en este año tan especial «el evento de San Lorenzo tiene una novedad, por primera vez bailaremos al son de otra música de danza prima«, adelanta Ramón «Monchu» Villa, bailarín, experto en danza tradicional y presentador del Festival Internacional de Folclore de Gijón. «Este año se va a bailar el paso doble de danza prima ‘Les Tabiernes’. Los coros de los grupos folclóricos se juntaron todos y bajo la dirección de Carlos José Martínez y se hizo una grabación que es la que sonará por la megafonía de la playa» anuncia Villa.
Hasta este año en el Día de Begoña se bailaba al son de «El galán de esta villa», uno de los cantos más conocidos de la danza prima. El folclorista advierte que, con la nueva canción, el baile también cambia ligeramente. Cuando llega el estribillo de la música el ritmo se acelera y los pasos lentos se convierten en pequeños saltos.
Este evento para bailar la danza prima es una tradición relativamente reciente. Fue impulsada por Mari Paz Lucas, periodista y alma de Radio Gijón. La idea surgió con objetivo de recordar a los migrantes asturianos que marcharon por la mar. Por este motivo la danza se baila en hilera y no en círculo como es tradicional. Al colocarse frente a la bahía de San Lorenzo, los gijoneses cierran el círculo con quienes esperan en otros continentes.
Para muchos como Villa la fiesta de la danza prima es ha convertido en una cita imprescindible y emotiva. Cuenta Yolanda, una vecina de Gijón que prefiere no compartir su apellido, que aunque siempre observa desde la playa a aquellos que bailan hace años que no se une a la hilera. «Siempre la bailaba con mi madre y desde que ella volvió no he conseguido hacerlo, es escuchar la música de la danza prima y me entra la pena» señala.
Los padres de Yolanda emigraron a Francia, donde ella misma se crió y no volvería a Gijón hasta casarse, por eso para ella la danza prima tiene un sginificado espacial. Depues de una veitena de años sin sumarse a la hilera quizás este sea el año que vuelva hacerlo. Su hermano se quedó en Francia y se casó con una francesa que este año viene a Gijón por las fiestas y «tiene ganas de bailar la danza». Con el ánimo de su cuñada, quizás se atreva a «volver a romper el hielo».