Un gol le bastó al Chelsea para hacerse con su segunda Champions frente al Manchester City. El autor del tanto fue Havertz, y lo hizo justo antes del descanso.
La final, que se celebró en Portugal, prometía ser el regreso por la puerta grande de Pep Guardiola a lo más alto de la competición europea. Su Manchester City, sin embargo, no estuvo a la altura.
El choque tuvo lugar entre dos equipos del mismo país, en este caso Reino Unido. Es la octava vez que esto sucede en la competición, que ha registrado tres finales españolas, dos inglesas, una italiana y una alemana.