El debate celebrado el viernes en la cadena SER, donde la candidata de Vox Rocío Monasterio cuestionó la autenticidad de las cartas amenazantes recibidas por Pablo Iglesias, el ministro del Interior Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil, ha hecho saltar por los aires la campaña del 4-M.
Después de que los candidatos de la izquierda -Pablo Iglesias, Mónica García y Ángel Gabilondo- abandonaran el debate en protesta por las palabras de la representante de Vox, y con la ausencia de Isabel Díaz Ayuso, la campaña se sumerge en la polarización y convierten en papel mojado las anteriores encuestas.
La estrategia de Vox ha logrado movilizar a su electorado de cara a la cita electoral del 4 de mayo, pero también ha dado impulso a las aspiraciones de la izquierda, al tiempo que deja a Isabel Díaz Ayuso ante la disyuntiva de pactar con la extrema derecha, en la que se tendrá que apoyar para gobernar según las últimas encuestas.