Von der Layen, que acudió a la reunión junto al jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, para hablar sobre la salida de Turquía del convenio de Estambul contra la violencia machista, tuvo que sentarse en un sillón, apartada del presidente Erdogan, que optó por darle el lugar preferencial al representante masculino de misión europea.
Bruselas ha pedido explicaciones a Ankara por el trato recibido a la máxima representante del órgano ejecutivo de la Unión Europea. “El papel protocolario debe ser el mismo que el que se dispensa al presidente del Consejo Europeo […] La presidenta debería haber sido tratada de la misma manera que el presidente del Consejo Europeo y que Erdogan en cuanto a protocolo”, ha señalado un portavoz de la comisión.