Las manifestaciones iniciadas el 2 de enero con motivo del aumento de los precios del gas licuado han llevado al gobierno a tomar medidas drásticas, incluyendo la designación de algunos participantes como «terroristas».
El tratado militar OTSC, liderado por Rusia, ha enviado 3.800 militares en apoyo del presidente Tokáyev, ante la preocupación de las autoridades europeas.
Se especula además con un aumento en el precio de las criptomonedas, dada la intensa actividad existente en Kazajistán para su «minado».