Pedro Sánchez proponía durante el fin de semana que los nuevos organismos públicos se ubicaran en territorios que no fueran la capital de España. A pesar de las críticas de la oposición y de parte de la política madrileña, Sánchez ha reiterado su postura.
La mandataria que más dura ha sido con el presidente ha sido Isabel Díaz Ayuso, quien ha acusado a Sánchez de «destrozar» Madrid y de generar odio entre los españoles contra la capital: «Buscan que otros españoles odien Madrid y, por tanto, que los españoles odien su propio país», ha señalado la presidenta de la comunidad madrileña.
La ministra Isabel Rodríguez ha pedido «calma» y Pablo Fernández, coportavoz de la Ejecutiva de Podemos, que la descentralización de las instituciones se aborde «con total normalidad». El asunto será tratado en el Congreso que el PSOE va a celebrar durante el fin de semana.