Histórico primer paso hacia una fiscalidad internacional más justa. Los responsables de Finanzas de los países más ricos del mundo han acordado establecer un impuesto mínimo universal del 15% para las grandes empresas.
El acuerdo quiere ajustar el sistema fiscal internacional a la era digital. Muchas empresas como Amazon, Google o Facebook pagan sus tributos en países con unas condiciones fiscales ventajosas para ellas.
En realidad, el G7 no puede formalizar ningún acuerdo al respecto, aunque el hecho de que los países más desarrollados del mundo se hayan pronunciado en este sentido sí impulsa y facilita las negociaciones formales en el seno del G20 y la OCDE.