Diversos analistas políticos señalan que el Gobierno de Pedro Sánchez está cansado de la cuestión catalana. Algunos explican que el cambio de Gobierno de hace una semana puede interpretarse como el fin de las «tonterías» en Cataluña.
La aparente realidad, de momento, es otra. Las negociaciones siguen sobre la mesa, aunque la escenificación podría ser una falta de entendimiento entre ambas partes. Tanto Gobierno central como Generalitat están jugando sus cartas, y Sánchez podría estar considerando salir de esa falta de entendimiento con un gesto más.
Ese gesto se trataría de que Puigdemont volviera a España. Eso sí, fuentes del Ejecutivo señalan que no se ha avanzado nada en ese tema y que no habrá cambios hasta septiembre. Pero en el escenario europeo parecen estar generándose dudas sobre el Estado de Derecho español.