El aumento de los precios de la electricidad ha obligado a varias empresas industriales a ralentizar su producción. Si este recorte productivo se mantuviera por mucho tiempo, el empleo de hasta 20.000 trabajadores podría verse afectado.
La Federación de Industria de UGT ha explicado que «de no actuar con urgencia, el futuro laboral de los trabajadores de sectores industriales estratégicos se va a ver amenazado por los anuncios de ceses de actividad, deslocalizaciones de producciones fuera de nuestro país y aplicación de ERTE y ERE, algunos de los cuales ya se están produciendo».
La patronal se queja también de que los elevados precios de la energía tendrán como consecuencia una notable pérdida de la competitividad. De momento, varias empresas van a comenzar una serie de «paradas cortas y selectivas» en algunas de sus plantas españolas para paliar los efectos del encarecimiento energético.