El 27 de marzo, el grupo catalán Love of Lesbian realizó el primer concierto sin distancia social -aunque sí con mascarilla- desde la llegada de la Covid 19; una experiencia piloto para examinar la posibilidad de retomar eventos multitudinarios.
De los 4.592 asistentes que dieron su consentimiento al análisis de su diagnóstico -un 96% del total- solo seis fueron positivos. De estos seis «al menos cuatro» se atribuyen a una infección originada fuera del lugar donde se realizó el evento.
El doctor Josep Maria Llibre, del hospital Germans Trias i Pujol, que tuteló este macroensayo ha asegurado que “el concierto del Sant Jordi no fue un acontecimiento de supertransmisión y ha demostrado que se puede cribar a 5.000 asistentes en una mañana, y de manera fluida”.
Según el experto, «este resultado acelerará la actividad de la música en directo, porque se trata de cifras muy sólidas». Jordi Herreruela, director del Cruïlla, el único de los macrofestivales barceloneses que mantiene su convocatoria, ha asegurado que trabajarán para que vuelva la música en directo.