La Ley de Cambio Climático y Transición Energética pretende que España cuente con un sistema eléctrico 100% renovable a mitad de siglo.
En el año 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero deberán haber caído un 32% con respecto a 1990, y el 74% de la energía consumida deberá provenir de fuentes limpias.
Las empresas eléctricas españolas han recibido positivamente la aprobación de la norma y la consideran «una gran oportunidad» para la electrificación de la economía.