La asesora del Ministerio de Igualdad, Teresa Arévalo, declaró ayer miércoles por un supuesto delito de administración desleal en calidad de investigada. Irene Montero, ministra de igualdad, podría haber utilizado a la asesora como cuidadora durante la campaña electoral de 2019.
Teresa Arévalo, sin embargo, ha negado los hechos y ha explicado que tal vez pudo haber cogido en brazos a la hija de la ministra durante un instante, para que Montero pudiera antender a una entrevista o posar ante los fotoperiodistas. La asesora también ha puntualizado que su papel en esa campaña fue la de jefa de gabinete de la portavocía, a la par que era candidata al Congreso.
Raúl Maíllo, abogado de Podemos, cree que con esta declaración, «se ha deshecho el bulo que se había generado». Maíllo ha tildado de «machista» el procedimiento y ha añadido que «no se puede analizar desde otra óptica».