La llegada de tres cartas amenazantes con balas a la Dirección General de la Guardia Civil y el Ministerio del Interior ha puesto de manifiesto los fallos de seguridad en Correos. La empresa pública ha abierto una investigación para conocer por qué los paquetes pasaron el control de rayos X sin ser detectados y ha pedido la «retirada inmediata» del vigilante a cargo de la inspección.
Los sindicatos de Correos, por su parte, se mostraron sorprendidos de que estas cartas no fueran detectadas y resaltaron las medidas de control que el servicio postal puso en marcha hace años para evitar que la extinta banda terrorista ETA utilizara este medio para la extorsión y el envío de paquetes bomba. Por ello, han exigido a la dirección de la empresa pública que clarifique cuáles son los actuales protocolos de control.
El envío de sendas cartas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el exvicepresidente Pablo Iglesias y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, han marcado un antes y un después en la campaña electoral de Madrid, después de que Vox cuestionara la autenticidad de las amenazas recibidas por los miembros del Gobierno.