La Superliga, impulsada por los doce equipos más poderosos del panorama europeo entre los que se encuentran el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid, ha recibido el rechazo de la UEFA y la Premier League inglesa.
La UEFA ha amenazado con excluir a los clubes y a sus jugadores de las competiciones organizadas por el organismo europeo, como la Copa de Europa y la propia Champions League, que sería la máxima perjudicada con la creación del nuevo torneo.
Se calcula que la Superliga podría reportar unos beneficios de más de 7.000 millones de euros para los equipos fundadores, incluidos 4.000 millones en concepto de derechos de retransmisión.