Con una inflación disparada y perspectivas aún peores para 2022, los españoles se enfrentan a una «cuesta de enero» interminable a lo largo de los meses venideros.
El recibo de la luz y las materias primas lideran la escalada de precios, acompañados de la vivienda, la alimentación y una larga lista de productos que intentarán traspasar al comprador final sus costes crecientes de energía o distribución.
A todo ello se sumarán las nuevas subidas fiscales y de cotizaciones a la Seguridad Social aprobadas para este año, reduciendo la percepción neta de los trabajadores y el balance disponible a las empresas.