María de Medeiros (Lisboa,1965) es de esas personas que dedican su vida al mundo del arte y la cultura. Actriz, cantante y directora, ha sido esta última faceta la que la ha traído por primera vez a Xixón. Arrastrada por la gran ola del cine independiente de la 60º edición del Festival Internacional de Cine ha venido a presentar su última obra, ‘Aos Nossos Filhos’, una película que dirigió en Brasil, y a hacer de jurado de la competición ‘Retueyos’. Además, ha recibido el Premio Especial de la edición tanto por su carrera de actriz, que cuenta con más de medio centenar de títulos entre los que se encuentran ‘Pulp Fiction’, ‘Henry & June’ o ‘Airbag’, como por su trabajo de directora, en la que destaca la cinta ‘Capitanes de Abril’, situada en la Revolución de Los Claveles de su Portugal natal. Tras 40 años trabajando en la industria del séptimo arte, María de Medeiros aún conserva su inconfundible mirada y su voz fina, lo mismo que sus ganas de seguir aportando a la cultura.
-¿Qué siente al recibir un galardón que premia toda su carrera?
-Me siento muy honrada y emocionada porque claro, una va trazando su camino y recibir de repente este reconomiento y esta atención sobre mi pasado y sobre lo que estoy haciendo ahora…te dice un poco donde estás situada. Entonces lo veo como una fotografía del momento y un incentivo para continuar luchando.
-¿Qué le está pareciendo Xixón en su primera visita?
-Justo vengo de pasear por la zona de la playa, que es divina. Además la acogida del público de aquí ha sido increíble y el teatro (Jovellanos) es muy bonito. Estoy feliz de venir con tiempo al estar en el jurado.
-¿Que implica formar parte del jurado?
-Sobre todo te da la oportunidad de descubrir. El Festival te da esta oportunidad, la oportunidad de descubrir trabajos que sino es muy probable que no se pudiesen ver.
-Por ello es tan importante la existencia de festivales que apoyen el cine independiente.
-Exactamente. Cumple una función esencial de enseñar lo que se está haciendo desde un punto de vista independiente, qué es lo que nace de la expresión y creación libre en el cine hoy en día.
-En la presentación de ‘Aos Nossos filhos’ se refirió al cine como ‘una máquina de sueños’. ¿Cree que además de alimentar sueños puede servir para despertar conciencia sobre algunos temas?
-Sí, especialmente el cine independiente. No es solo la ejecución de una ideología hegemónica. El cine es un modo de expresión artística donde se exprimen sensibilidades originales y propias.
María de Medeiros, en la gala de inauguración del FICX recogiendo su premio
-En su película quería mostrar Río de Janeiro con otros ojos, alejado de los estereotipos…
-Río es tan fascinante en todos los puntos de vista… Que está bien enseñar otras cosas fuera del cartón postal. Porque son igual de maravillosas. Una cosa que me encantó cuando estrenamos la película en Río fue que la gente local se acercaba y me preguntaba «¿Dónde es este lugar? ¿Cómo lo has descubierto?». Una persona de mi equipo entendió muy bien lo que yo pretendía y me descubrió sus lugares increíbles como La Mata Atlántica, una ‘marea verde’, un medio tropical hermosísimo que realmente está muy cercano a la ciudad.
-El rodaje coincidió con un momento convulso en Brasil, el proceos electoral que terminó gananado Bolsonaro en 2018. En las recientes elecciones que ganó Lula DaSilva la violencia no ha dejado de escalar. ¿Cómo ve ahora desde fuera la situación política del país?
-Ahora vuelve la esperanza de volver a la realidad. El presidente electo Lula ha hablado de volver a la normalidad, en el sentido de ‘salir del terraplanismo’, para volver a tener un lenguaje común, porque lo que está pasando en los países que se van a la extrema derecha es que se pierde el lenguaje posible para comunicarse. Hablamos de dos realidades completamente distintas, una verdadera y otra delirante y así es muy difícil establecer una comunicación normal. Entonces sí, hay esperanza, pero creo que la gente es consciente de que es un trabajo largo porque la división es muy grande.
-La cinta se centra mucho en la relación madre-hija. ¿Podemos decir que se trata de una película de amor?
-Totalmente. Es una película sobre el amor porque el deseo de transmitir algo importante, algo bueno, es casi la definición del amor. Perpetuar algún aprendizaje transmitiendoselo a alguien que amas es de lo más lindo que hay.
-¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de la historia, originalmente hecha para teatro, al cine?
-La obra de teatro ya era muy interesante, por lo que era un trampolín muy bueno para llegar a otras cosas. Pero claro, en la obra de teatro solo eran los personajes de madre e hija y todo pasaba por el diálogo, que es un diálogo muy interesante creado por Laura Castro, donde cada una tiene puntos de vista que se pueden defender muy bien y cada una tiene también sus prejuicios. Pero todo está basado en la palabra. Al llevarla al cine quise que fuese una explosión de imagen y del contexto tropical y colorido de Río, así como profundizar con otros personajes y también con las pesadillas y angustias de la madre. Pero básicamente fue eso, salir de la palabra para ir a la imagen.
-El cine independiente se enfrenta a muchas limitaciones, especialmente de presupuesto y tiempo. Como directora, ¿los obstáculos fomentan la creatividad?
-A veces sí que hubiese deseado tener un poquito más de medios. Medios en el caso de mi última película significa tiempo porque era un proyecto muy ambicioso para el poco tiempo que tuvimos. Pero sí, a veces te ves obligada a encontrar soluciones para los obstáculos. Obstáculos siempre va a haber, pero claro, cuantos menos haya, mejor.
*Fotograma de la película ‘Aos Nossos Filhos’.
-¿Qué le ha aportado dedicarse al cine ya fuera como actriz o directora?
-Muchas amistades. Además creo que soy naturalmente nómada, entonces yo creo que este trabajo me ha facilitado el nomadismo. Me encanta la relación con otras culturas, otras gentes, otros idiomas y otras realidades. Lo bonito de estar en el planeta Tierra es esa diversidad y creo que siempre hubiese elegido una profesión que me llevara a eso.
-¿Qué aprendió de los directores con las que trabajó como actriz para aplicar en su faceta de directora?
-Muchas cosas, considero que he tenido mucha suerte en mi escuela de cine porque realmente pasaron por ahí profesores increibles. Voy aprendiendo mucho y claro, el haber visto rodar a Quentin Tarantino, Bigas Luna, Gonzálo Suárez, Teresa Villaverde, Manuel De Oliveira… Cada uno con su mundo y su lenguaje. Ha sido todo un privilegio.
-¿Hay algún personaje histórico que te gustaría interpretar?
-No suelo pensar así, realmente me gusta ser sorprendida y que piensen en mi para papeles donde yo no me había visto para nada. Por ejemplo, recientemente he trabajado con la directora Ishtar Yasin, que es una persona increíble y es medio costarricense medio iraquí, y ha hecho una película sobre Judith Ferreto que era la enfermera de Frida Khalo y para mi sorpresa me dio ese papel a mí. Rodé en Méjico y para mis adentros pensaba que qué increible era porque no me hubiese imaginado nunca interpretando a ese personaje y además pude conocer la historia completa de ella y fue un descubrimiento. Y eso es lo íncreible del cine, las sorpresas que te da.
–¿Estás trabajando ahora en algún proyecto del que se pueda hablar?
-No mucho, pero estoy escribiendo un nuevo largometraje de ficción, está ya casi prácticamente acabado y trata sobre el destino de una mujer en un contexto de revolución que no es la revolución portuguesa.