Irene Montero, ministra de Igualdad, y Carolina Darias, ministra de Sanidad, protagonizan una nueva diferencia de opiniones dentro del Ejecutivo. En este caso se trata de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, para cuya reforma habrá un borrador en diciembre.
La titular de Igualdad defiende que la objeción de conciencia de los médicos impide «el acceso efectivo a la interrupción voluntaria del embarazo en centros hospitalarios públicos». Montero dice «entender y respetar» esta objeción, pero asegura que el número de objetores es muy pequeño.
Sin embargo, su homóloga en Sanidad ha defendido que su departamento no tiene «ninguna» intención de modificar el derecho a la objeción de conciencia. Sí que ha reconocido Carolina Darias que tienen que mejorar la ley para que la calidad asistencial hacia las mujeres sea buena.