El Mundial de Fútbol de Qatar, que se disputará en el invierno de 2022, ha superado lo estrictamente deportivo después de que jugadores noruegos y alemanes criticaran las condiciones de vida de los trabajadores que han construido los estadios para la competición de la FIFA.
Noruega se ha dado hasta el mes de junio para decidir si boicotea la cita deportiva internacional, al tiempo que otros jugadores de Alemania también han mostrado su preocupación por los valores que arroja la celebración de la competición. Mientras, Qatar ha puesto en marcha una campaña de relaciones públicas para limpiar su imagen internacional de cara al Mundial de 2022.