Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ha rechazado intervenir el mercado de la electricidad y ha instado a las empresas generadoras de energía a que muestren «empatía social». La ministra les ha pedido que adopten una actitud responsable, tal y como establecen sus estatutos.
Ribera ha puesto en valor que muchas de estas empresas «tienen entre sus accionistas a fondos de inversión que responden por principios ambientales, sociales y de gobernanza”. Se trata de los fondos éticos, que son ya el 21% de los fondos europeos. Sí tienen, por tanto, su parte de influencia en la toma de decisiones empresariales.
Con estas declaraciones, la ministra desestima cualquier intervención y lanza el mensaje de que no se opondrá a las legislaciones de la Unión Europea. Estas normativas giran en torno a la libre competencia en el mercado mayorista, la prohibición de precios máximos y mínimos, la obligación de basar el sistema en precios marginales y la no discriminación de otras formas de generación de la energía.