Román García Fernández es el Director del Instituto de Estudios para la Paz y la Cooperación y este octubre dio un taller sobre ‘ciudades inclusivas’ en el encuentro de Juventud KBUÑS para invitar a los jóvenes a idear formas de construir ciudades sostenibles, inclusivas y prácticas para todos sus ciudadanos. García es Doctor en Filosofía y ha participado en la creación de distintos manuales educativos. Desde la década de los 80 ha desempeñado varios cargos en ONGs y movimientos sociales como la Liga de la Educación y la Cultura popular, el Movimiento por la Paz o el Desarme y la Libertad.
Román García Fernández, antes de impartir su seminario
– ¿Qué requisitos tiene que tener una ciudad para ser inclusiva?
-No es tan fácil. El concepto en sí que lo es porque es la oposición a ‘exclusiva’, que son aquellas ciudades con zonas difenrenciadas para determinados ciudadanos o determinados grupos sociales. Inclusiva es aquella que permite la interacción entre todos los ciudadanos. Esto acarrea problemas de todo tipo. Desde los puntos de vista urbanísticos y geográficos, problemas de concepción, diseño de los servicios públicos… Naciones Unidas, dentro de su Objetivo número 11 que es crear ciudades más sostenibles y habitantes, lo plantea las ciudades inclusivas como un proyecto global de la humanidad pero que tiene que concretarse en cada zona. Se están constituyendo comisiones a todos los niveles para estudiar cómo se lleva a cabo eso en cada lugar. No son lo mismo las necesidades, ya por la propia disposición, de Gijón que las de Oviedo, por ejemplo.
– ¿Es Xixón una ciudad inclusiva o está trabajando en la dirección correcta para serlo?
-Aquí la cuestión no es de todo o nada. La cosa es qué se está haciendo ahora y que tiene uno heredado del pasado. Las ciudades se han ido constituyendo por cosas externas diferentes a que nos pongamos de acuerdo. Sí que funcionan modelos ideológicos que las van constituyendo. Gijón es una ciudad que cuenta con unas características previas que la hace más amigable que las grandes ciudades. Se recomienda que las ciudades fuesen entidades sobre unos 200.000 habitantes. Esta condición ya la cumple. Y luego tiene otras características como la de estar dentro de las ciudades con menor índice de delincuencia, indicador, aunque sea externo, de la convivencia de los ciudadanos.
– ¿España es inclusiva con los refugiados?
-Es un tema sumamente complicado porque no se han dado los pasos a nivel internacional para la protección efectiva de las personas refugiadas. Hay un artículo de la Declaración de Derechos Humanos que está referido a los refugiados y que plantea que todo el mundo tiene derecho a serlo, pero Naciones Unidas no ha establecido los cauces, sino que depende de la buena voluntad de los países. Lo vemos cada vez que hay una crisis, cómo se dividen los refugiados, cómo se interviene en el global y ahí depende un poco del momento en que nos encontremos y el punto del mundo al que afecta. Todos somos conscientes que el tema refugiados con la guerra de Ucrania ha sido, dentro de la dificultad, más o menos reseñable. En cambio a los refugiados sirios se les ha abandonado a su suerte. Existen también otros focos que no están en la prensa que son problemas graves a nivel mundial. Hay macrocentros de refugiados de más de 300.000 personas que por número superan los habitantes de muchas ciudades.
– ¿Algunos sectores políticos tienen miedo a la acogida de estas personas? ¿La publicidad podría ser de ayuda para contrarrestar esto?
-El tema de los refugiados a nivel de discurso a veces viene bien para tapar otros discursos. Normalmente la gente que hace alarmismo es porque quiere ocultar otros temas, porque sino lo que tienes que hacer es dar soluciones. Y claro, hay soluciones que son peregrinas, como levantar un muro o evitar que vengan inmigrantes y refugiados. Son soluciones de Alicia en el País de las Maravillas. De no saber…Bueno, de no saber no, porque muchas veces sí que lo saben, pero desvían la atención y no aportan soluciones. En el tema de inmigración hay un problema básico, que es la alimentación y los recursos que la gente necesita para vivir. Da solución a eso y se acabó el tema de inmigración. Ahora, negar la cuestión de la inmigración es estar fuera del mundo. Porque nosotros solo vemos los inmigrantes que llegan a nuestro país, pero muchas personas también son inmigrantes cuando salen de España. El año pasado 70.000 personas emigraron a paises de la Unión Europea, y es normal. En el 1939, también hubo un gran número de refugiados españoles, casi medio millón se fueron a Francia.
– Otra de las situaciones más criticadas por estos sectores políticos es la situación de los Menores Extranjeros No Acompañados.
-Hay un problema generalizado que es la conceptualización del menor. Estamos en un sistema cada vez más proteccionista, que por un lado es evidente que está bien, pero se llega a grados de proteccionismo ridículos. Si aplicas la legislación española actual ningún menor de 16 años podría andar ahora mismo por la calle sin ser detenido por la policía porque tiene que estar en un centro educativo. Esa legislación existe de tal manera que para salir de un centro escolar tendría que ir un mayor a acompañarlo, lo cual es un tanto ridículo viendo la tradición que nosotros seguimos, en otros países esto lleva siendo así bastante tiempo. Si encima lo aplicas a personas que vienen de otras culturas donde están integrados en el trabajo desde edades muy tempranas se genera un contraste cultural importante. Osea, en muchos casos, gente de 15 o 16 años viene a trabajar, no viene a estar en un centro. Entonces, cuando los internan en un centro de protección de menores, crea muchos conflictos porque no lo entienden. Son temas que no se puede solucionar de un día para otro. A nivel institucional el problema es hacer normas para todos y no atender a casos particulares. Se debería dar una vuelta a eso para que la integración de estos jóvenes sea mejor.
– ¿Los jóvenes están más abiertos al multiculturalismo que las pasadas generaciones?
-Los jóvenes son más abiertos a ideas nuevas. No dan por sentado predisposicones que puede tener la gente mayor. El motor de cambio que tiene la sociedad siempre es la juventud, entonces son muchos más abiertos a ideas nuevas y a contrastarlas. El problema que yo veo es qué información se les da y cómo se sesgan determinadas cosas.
– ¿Es la inclusividad cosa de todos?
-Volvemos a las responsabilidades. Una ciudad es lo que hacen todas las personas que viven en ella. Pero no es la misma responsabilidad la que tiene un ciudadano de pie que la que tiene el alcalde. Y luego existen un montón de agentes que pueden mediar entre ambos. Las asociaciones de vecinos, las ONGs…todas esas personas pueden participar en la construcción de una ciudad habitable.
– ¿Es importante invertir en instituciones como el Instituto de Estudios para la Paz y la Cooperación para que puedan arrojar más luz a estos temas?
-Yo creo que la participación ciudadana a través de organizaciones es muy positiva para promover tanto estudios como posiciones y debates. Uno de los grandes errores que tradicionalmente ha ocurrido en España es que determinados grupos, sobre todo los políticos que son los que más poder tienen, tratan de acaparar toda la representación. Sí hay o se crean organismos y foros que promueven la participación pero luego, por determinadas dinámicas, se van convirtiendo en la reproducción del propio sistema político… Por ejemplo, los consejos escolares, que en principio se planteaban como un órgano de participación de toda la comunidad escolar terminaron convirtiéndose en una especie de brazo de la administración. Emula el modelos de la represetación política en el que los políticos no están para escuchar sino para orientar y hacer que no haya una demanda que vaya contra la línea oficial. Incluso ha llegado un momento en el que los directores de los centros están nombrados a dedo por la administración, cuando esa función debería ser del Consejo escolar como participación de toda la comunidad. Las asociaciones son necesarias para tener una dinámica social crítica.
– ¿Cómo va a ser la dinámica de su seminario?
-El viernes empezamos con una primera sesión que trata el tema de la imágen para tratar los conceptos básicos. El sábado nos vamos a dedicar al tema de la ciudad inclusiva y exclusiva y el Objetivo 11 para el desarrollo sostenible. Por último van a tener una experiencia con el alcalde de una ciudad jordana que tiene un núcleo de refugiados importante procedentes de Siria.