El Kremlin, el Gobierno de Kiev y la Alianza Atlántica han intercambiado duros reproches y amenazas, empleando en ocasiones un lenguaje que muchos analistas califican ya de prebélico.
Los últimos movimientos de tropas y blindados del ejército ruso ha desatado los temores sobre una posible reactivación del conflicto justo cuando se cumplen siete años de una ocupación que ha dejado hasta la fecha cerca de 14.000 fallecidos.
La semana pasada, la portavoz de la Casa Blanca volvió a remarcar la preocupación del Gobierno de Joe Biden y recordó que, desde 2014, Rusia no ha tenido tantas tropas en la frontera como en estos momentos.