“Queremos reforzar nuestro compromiso con el pueblo saharaui”, afirmó La concejala de Cooperación al Desarrollo, Carmen Saras, en el salón de baile de la Casa Paquet. Se encontraba reunida con el presidente de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, Alberto Suárez y con dos representantes de Polisario, el delegado en España Abdulah Arabi y la ministra de Exteriores Fatma El Mehdi. Un compromiso que se refleja en el convenio de cooperación que todos los años permite realizar inversiones en los campamentos de refugiados y ofrecer material de primera necesidad para paliar las carencias de los campamentos. “Con 250.000 euros de convenio no creo que haya ninguna ciudad española que destine más dinero a la cooperación”, apuntó Suárez mientras El Mehdi asentía.
Abdulah Arabi, Fatma El Mehdi,Carmen Saras y Alberto Suárez
Además de la ayuda económica el Ayuntamiento de Xixón colabora “dando a conocer el conflicto a la ciudadanía”, apuntó la concejala, a través de actividades como la participación de las asociaciones de mujeres saharauis en el Día de las Culturas del Mundo o con el stand que las ONG, también las de apoyo a esta causa, se turnan todos los meses en los mercadillos artesanos de la Plaza Mayor. “Son conflictos de largo alcance que se desarrollan durante décadas y muchas veces desaparecen de la primera hoja de los periódicos y de los medios en general”, argumentó Saras. Con esta labor de concienciación colaboran también desde la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui desde 1988. “Los miembros de las asociaciones somos militantes de esta causa que es una causa por la justicia en la que no hay ningún tipo de ideología”, apuntó su presidente.
A pesar de los terremotos políticos de los últimos tiempos, la postura del Ayuntamiento de Xixón respecto al Sáhara Occidental se mantiene intacta desde hace décadas. Este mayo el pleno xixonés ratificó su respaldo a un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui después de que el gobierno central, por primera vez desde el inicio del conflicto, se inclinase hacia Marruecos apoyando la autonomía de la región dentro del país gobernado por la dinastía alauita. “Colaboramos con inversiones y con gastos corrientes para mejorar la vida en los campamentos, pero somos conscientes de que la solución no pasa por estar allí en las mejores condiciones posibles, el objetivo es otro”, sugirió la concejala.
Desde 1975, Marruecos ocupó la mayor parte del territorio del Sáhara Occidental en una rápida operación que contaba con el beneplácito del gobierno franquista. De un día para otro, cientos de familias quedaron divididas a uno y todo lado de la frontera y los que huyeron de la zona ocupada, muchos portadores aún de un pasaporte español, tuvieron que refugiarse en Argelia. Allí, en los campamentos de Tinduf, continúan medio siglo después. Entre los territorios liberados por el Frente Polisario, el gobierno legítimo de la RASD, y los ocupados Marruecos ha levantado el muro más largo del mundo, que además, está altamente militaricido. Para poner fin al conflito armado entre Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD)la ONU estableció en 1991 una misión de paz que debería garantizar un referedúm para que los saharauis decidan su futuro.
Despues de 20 años sin resolución Marruecos sigue insistiendo en integrar el Sáhara Occidental como una autonomía dentro de su soberanía territorial. Los saharauis reclaman su derecho a la autodeterminación reconocido por la ONU. «Más allá de la independencia o la autonomía están los derechos humanos y se violan diariamente en los terriotrios ocupados del Sáhara Occidental. No hemos visto ningún gobierno, siquiera el Español, denunciando eses violanciones por parte de Marruecos. Y ese es el Marruecos en el que algunos intentan que entremos en autonomía», relató Arabi durante la reunión en la casa Paquet.
En noviembre de 2020, depués de unos durísimos meses en los campamentos como consecuencia de la pandemia y tras un conflicto en la frontera en la que se encuentran Mauritania, los terrenos ocupados y liberados del Sáhara occidental, se rompió el alto al fuego declarado en 1991. La guerra continúa pero Polisario denuncia que «hay un silencio en los medios. Marruecos tiene el aparato político y mediático y a través de ellos influye en la opinión pública y trata de buscar aliados», insitió Arabi. «A nosotros nos toca a través de actividades como estas intentar, en el tú a tú, transmitir nuestra realidad«, se resignó.