En su actualización del plan de vacunación, las autoridades sanitarias han confirmado su negativa a poder optar de forma voluntaria a esta vacuna para grupos de edad distintos al establecido.
«La propuesta no solo puede entrar en contradicción con los principios éticos en los que se fundamenta la propia estrategia, sino que, además, si aún no se dispone de suficiente información para adoptar la decisión más adecuada, el valor del consentimiento informado como garantía de una decisión autónoma sería muy discutible por cuanto que difícilmente se les habría podido ofrecer antes de recibir la vacuna una información adecuada en los términos que exige la ley», afirma el ministerio en el documento.
El uso de la vacuna de AstraZeneca, una de las más asequibles y con mayor disponibilidad, se mantiene limitado a las personas de entre 60 y 69 años debido a su relación con la aparición de trombos sanguíneos en la población joven y los mayores de 70 años.
Ante la acumulación de stock del fármaco y la escasez de otras alternativas -la vacuna de Janssen sólo ha comenzado a llegar al país esta semana- algunas comunidades habían reclamado a Sanidad la posibilidad de administrar dosis de AstraZeneca a menores de 60 que estuvieran dispuestos voluntariamente a asumir los riesgos.