Los precios de consumo siguen subiendo en el mes de julio y alcanzan una tasa anual del 2,9%. Se trata de dos décimas más que en el mes anterior y el registro más alto desde principios de 2017, cuando se situó en el 3%. La evolución al alza del precio del alojamiento y del gas, que bajaron el año pasado, es una de las razones de este incremento.
De hecho, los costes energéticos son uno de los orígenes de un aumento continuado que empezó en marzo. La demanda, que se ha ido incrementando durante los últimos meses conforme ha avanzado el proceso de vacunación, también ha influido en la subida de los precios.
El IPC subía en marzo un 1,3%, pasó al 2,2% en abril y alcanzó el 2,7% en mayo. En junio se mantuvo y ahora, en julio, ha alcanzado el 2,9%. Se espera que el INE proporcione más información sobre la inflación de julio el próximo 13 de agosto.