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El «gobierno del cambio» empieza un camino lleno de curvas

Carmen Moriyón toma posesión como alcaldesa del primer gobierno de coalición de derechas en Xixón tras firmar con Vox un pacto que la oposición califica como "el pacto de la vergüenza".

Por Marta F. Silverio

Carmen Moriyón tomó el bastón de mando de su predecesora, Ana González, y se subió a la palestra para dar su primer discurso como alcaldesa de Xixón. La líder de Foro toma este cargo por tercera vez, pero al contrario que en anteriores mandatos donde gobernó en solitario, lo hace en una coalición de derechas de la mano de PP y de Vox. Hacia calor y bochorno dentro del pleno xixonés. Un clima atípico para una investidura nunca vista antes en la ciudad. Por primera vez en la historia de la democracia una coalición de derechas gestionará la ciudad más grande de Asturies. El aire estaba cargado de tensión en una investidura donde no se esperaban sorpresas, pero sí muchos reproches.

Foro había logrado el acuerdo que garantizaba el nombramiento de Moriyón en el tiempo descuento y que ha desatado una crisis interna en el partido. Cerca de las 23.00 horas del 16 de junio la líder de Vox, Sara Álvarez Rouco, firmaba un acuerdo según el cual la formación de ultraderecha apoyaría la investidura de la alcaldesa a cambio de recibir la concejalía de Festejos, competencias en Igualdad y compromisos programáticos como la congelación de las políticas de promoción del asturiano. De esta forma Moriyón se aseguró de obtener los 14 votos que necesitaba para gobernar, superando así al PSOE, con un pacto que la oposición ya ha definido como el «pacto de la vergüenza».

 

La concejala Sara Álvarez Rouco (VOX) y, al fondo, la exalcaldesa Ana González (PSOE).

El primero en utilizar estas palabras para referirse al pacto Foro-PP-Vox, fue Javier Suárez Llana, líder de Izquierda Unida y de la coalición de izquierdas Por Xixón. «Nunca he sentido la necesidad de hablar en público e mi orientación sexual», así comenzaba su discurso ante los recién investidos concejales, «hoy lo hago porque por primera vez siento la necesidad de hacerlo. Porque a partir de hoy el gobierno de mi ciudad servirá de amplificador de un discurso que dice que no soy normal por el simple hecho de querer a otro hombre.» Durante este mismo discurso pidió un receso del pleno, para que las fuerzas democráticas comenzaran una nueva negociación que impusiera un «cordón sanitario» a Vox. Horas antes de que Foro y Vox firmasen el acuerdo de coalición Llana llamó al PSOE a establecer un diálogo con Moriyón a través de Twitter. Los socialistas respondieron que seguirían ofreciendo la misma alternativa que siempre: que gobierne la lista más votada – osea, la suya -. 

 

Con Moriyón ya como alcaldesa, el secretario general del PSOE xixonés, Monchu García, tuvo duras palabras para Llana: «Estamos viendo fuerzas que se dicen de izquierdas que han estado jugando a través de un tweet y no de una comisión seria, a blanquear la imagen de Carmen Moriyón y de Foro que son la imagen de la derecha más rancia y más casposa». El enfado del líder socialista venía enfatizado por el voto de los concejales de Por Xixón en la investidura, que ante la sorpresa de los presentes, decidieron abstenerse y no apoyar la candidatura de Floro. Su votos no podrían haber cambiado el resultado final, ya que la derecha aglutinaba la mayoría en torno a Moriyón, pero este gesto ha sido interpretado por los socialistas como una manera de «dar la nota» y convertirse en «enemigos» en vez de aliados. El ambiente político está tenso y cargado de la batalla que se librará en el próximo mes para las generales. En este contexto las alianzas que se prevén en el ámbito nacional tienen su eco en el microcosmos regional. Mientras el PP y otras fuerzas de la derecha ya no reniegan de los pactos con Vox, la izquierda sigue fragmentándose, incapaz de presentarse como un bloque unido incluso ante la inminente llegada de la ultraderecha a puestos de poder.

Javier Suárez Llana y Noelia Ordieres, concejales de la coalición Por Xixón.

El siempre comedido candidato del PSOE, Floro, no tuvo reparos durante el pleno en arremeter contra el pacto de derechas: «A la política no se puede llegar con mentiras, Señora Moriyón. En la vida y en la política es fundamental cumplir con la palabra y hemos visto que la suya de momento vale poco». El 6 de mayo, solo seis días antes de que comenzase la campaña electoral, Moriyón afirmaba en una entrevista que no pactaría con la ultra derecha. Días antes de el final de dicha campaña, en una reunión con el Consejo De Mujeres de Xixón, repitió lo mismo. Finalmente y en contra de lo que deseaba buena parte de sus votantes, el pacto llegó. Gobernar con la ultraderecha no solo empuja a los extremos a una formación, Foro, que siempre ha presumido de su posición de «centro», sino a contradecir los principios feministas y asturianistas de sus bases. 

Precisamente la cuestión asturianista ha abierto una crisis en el partido que se ha saldado con varias dimisiones de altos cargos de Foro Asturias en las últimas horas. En el acuerdo Foro-Vox se cita «la congelación de la políticas de promoción lingüística» y que todas las comunicaciones del territorio se harán en español. Muchos foristas apoyan el uso de la lengua asturiana e incluso abogan por la cooficialidad, de hecho en 2021, estuvieron negociando una reforma del estatuto de autonomía para lograrla. Durante estas negociaciones Vox lanzó numerosos insultos al líder de Foro, Adrián Pumares, por eso muchos militantes han recibido este pacto como una traición. En la corporación xixonesa, aunque ninguno ha expresado diferencias con Carmen, los concejales Montesarrat López y Gilberto Villoria juraron su cargo en asturiano. Si la izquierda llega dividida a esta nueva legislatura, el centro derecha camina cojo, con Ciudadanos desaparecido y con Foro al borde de la fragmentación. 

 

Montserrat López, concejala de Foro, jurando su cargo en asturiano. 

Jorge Pañeda, concejal del PP, jurando su cargo

Quienes sí llegaron al pleno y celebraron su victoria con alegría fueron los concejales de PP y de Vox, ambos partidos entran por primera vez en el ayuntamiento xixonés. Una sonriente Ángela Pumariega no entró en polémicas durante su discurso, se limitó a repetir los puntos programa acordado con Foro haciendo énfasis en su promesa de bajar los impuestos y gestionar la ciudad con una perspectiva liberal. Sara Álvarez Rouco también quiso hablar de su programa, recalcando su políticas centradas en la unidad familiar. En el acuerdo de coalición, esta formación que niega la existencia de la violencia de género, recibió poder de decisión en el nombramiento de la dirección general de Igualdad y se compromete a redactar una nueva Ordenanza de Igualdad. Con el nuevo gobierno ya investido en las próximas semanas iremos conociendo las medidas específicas que pretenden implantar en la ciudad. La coalición de derechas se autoproclamado el «gobierno del cambio» y parece, que cambios, habrá unos cuantos. 


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