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Clave 3. La cooficialidad del asturiano, una conversación entre dos idiomas que no están dispuestos a entenderse

La reforma del Estatuto de Autonomía para incluir la llinga asturiana como cooficial enfrenta a los bandos de izquierda y derecha y tiene a Foro como incógnita

Por Redacción 12grados

‘Las Claves’ es una serie de artículos dedicados a analizar los temas calientes que protagonizarán la campaña de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Exploramos la situación actual y las propuestas de cada partido respecto a cada cuestión, para que este mayo puedas votar conociendo bien todas tus opciones.

 

Este 28 de mayo la ciudadanía asturiana elegirá su devenir para los próximos cuatro años. Por delante muchas incógnitas. Quizás, uno de los mayores cambios que pueden producirse en los años venideros y que haría una diferencia radical en nuestra región es la consecución o no de la cooficialidad del asturiano. En 2009 la UNESCO recogió el asturiano dentro de su atlas de ‘Lenguas en peligro del mundo’. Pero hace ya muchas décadas que los hablantes han ido desempolvando la lengua que el franquismo les obligó a esconder en el fondo del armario y que por muchos años tuvieron que olvidar para no se tachados de «incultos». Según los datos recogidos por el INE y publicados en diciembre 2022, únicamente el 2.8 % de habitantes de Asturies habla de forma fluida el asturiano. Sin embargo, una encuesta realizada por la Academia de la Llingua en febrero de este año, donde se preguntó a 500 personas de las ciudades de Xixón, Uviéu y Avilés por palabras y expresiones, determina que el resultado es positivo y que dos tercios de los encuestados tenían conocimientos y hacían uso de la lengua**. Leyendo entre números averiguamos que la Llingua Asturiana se cuela entre el hablar habitual de los habitantes de esta tierra, aunque muchos no la hayan estudiado en las escuelas ni la usen a diario en sus casas. Es una lengua de Schrödinger, hay quien defiende que está muerta y quién cree que está muy viva.

 

 

Las negociaciones de la última legislatura

 

Durante la última legislatura el debate sobre la cooficialidad estuvo a punto de ser una realidad. El presidente Adrián Barbón tomó posesión declarando su intención de reformar el Estatuto de Autonomía para poder incluir en el texto al asturiano como lengua oficial. Para lograrlo necesitaba reunir 27 escaños a favor de los 45 que integran la Junta del Principado y así comenzó una intensa ronda de negociaciones.

 

En el 2019 las fuerzas de la izquierda (y pro cooficialidad) obtuvieron 26 escaños: PSOE (20), Podemos (4) e IU (2). Necesitaban cosechar, al menos, un voto más. En las filas de PP, Ciudadanos y Vox jamás brotaría el apoyo necesario, solo quedaba convencer a Foro Asturias. La formación estaba a favor de la Reforma del Estatuto, por lo que tomaron el decálogo de once medidas a introducir en la nueva norma que les ofreció el PSOE y lo devolvieron con sus propias condiciones. Comenzó una tensa negociación que terminaría en tierra de nadie en el 2022. Foro pidió una revisión de la fiscalidad en la región que, entre otras medidas, incluía reducir casi al cero el impuesto sobre sucesiones. Ante el escollo, Podemos lanzó en enero del 2022 una contraoferta con una bajada de impuestos menos drástica que la de Foro, quien aceptó volver a sentarse a la mesa de negociación, pero nunca se cerró el pacto. El líder y candidato de Foro en estas nuevas elecciones, Adrián Pumares, acusa a Barbón de «mentir» y no tener voluntad de Reformar el Estatuto, mientras los socialistas argumentan que la formación liberal nunca tuvo intención de lograr un acuerdo en lo lingüístico sino que «solo querían bajar impuestos».

Cuando comenzaron las negociaciones allá por el 2019, se despertó en Asturies una campaña de desprestigio que ya viene siendo habitual en todo el territorio nacional en los últimos años. La extrema derecha radicalizada propició el acoso a los defensores de la cooficialidad. El ejemplo más llamativo, fue la obscena pancarta que colgaron en 2021 y que dio la vuelta al territorio nacional. Esta situación desencadenó manifestaciones en defensa tanto de Adrián Barbón como de Adrián Pumares, pero también hordas de instigadores del acoso especialmente en redes sociales. Actualmente Vox es el único partido con representación en la Junta que no solo se opone a la oficialidad del asturiano, sino que está en contra de cualquier política que difunda o proteja el uso de la llingua. Curiosamente fue su candidata autonómica, Carolina López, la única que ha sacado el debate en torno a la llingua en esta campaña electoral, utilizando un viejo despectivo para referirse a la misma «los bables». Instigando una vez más la estartegia de odio que suele dar alas a esta formación.

 

De esta guisa llegamos a la reciente campaña, en la que, la mayoría de los partidos han pasado de puntillas por la cuestión del asturiano. Quizás porque sus poses son ya bien conocidas, quizás porque prefieren evitar el enfrentamiento en una cuestión que puede quitar o sumar muchos votos. ¿Cuáles son estas posturas?

 

Y ahora…

 

El posicionamiento de los partidos respecto a convertir el asturiano en legua oficial sigue siendo muy parecido al de 2019. Podemos y la coalición que lidera Izquierda Unida apuestan decididamente por la cooficialidad. No solo la incluyen en sus programa sino que varios de sus candidatos y candidatas han utilizado la llingua durante toda la campaña, tanto en discursos, comunicados oficiales, como en la cartelería con la que piden el voto. Además, todos sus líderes se dejaron ver en la celebración del día de les Lletres Asturianes y en las manifestaciones ‘po-la coficialidá’. El PSOE también incluye en su programa la defensa de la lengua: «impulsaremos el reconocimiento oficial de la lengua asturiana y del eonaviego». En la última legislatura, Barbón anunció en muchas ocasiones que impulsaría una «oficialidad amable», cuyas dimensiones nunca se llegaran a exponer claramente. Tras recibir sendas críticas de uno y otro lado, en esta campaña no le hemos vuelto escuchar mencionar esta «amabilidad».

El candidato del PP, Diego Canga, afirma que mantendrá la postura de sus predecesores que en sus palabra es un «sí al asturiano y no a la cooficialidad». Sin embargo, en su programa no sea hace mención a la lengua que solo tendría lugar en el apartado que reservan para la «protección del patrimonio asturiano». Ciudadanos sí va más allá y aunque también se oponen a que el asturiano sea oficial mantienen que garantizarán  su enseñanza como materia de libre elección en las escuelas.

Nuevamente, la incógnita será Foro. Sus líderes han esquivado en estos meses electorales posicionarse a la contra o a favor de la cooficialidad, pero el programa es claro y en el proponen reconocimiento oficial de la lengua asturiana. Aunque matizan que para votar a favor de la reforma del Estatuto que permita reconocer la oficialidad, debe incluirse otras medidas como la ya citada reducción fiscal.  Lo cierto es que una buena parte de su electorado reclama esta reforma, tal y como muestran colectivos como ‘Lliberales pola oficialidá’ en cada manifestación en pro del asturiano.

El objetivo de las fuerzas pro cooficialidad será, un años más, sumar 27 escaños. Si lo consiguen, ¿será su objetivo común suficiente para sobrepasar sus diferencias?

 

 

 

 


Las Claves